El impacto de la pandemia mundial de coronavirus será “bastante severo”, pero un largo período de expansión y las altas tasas de empleo significan que la economía mundial debería capear el impacto actual, dijo el viernes un alto funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Martin Muehleisen, que dirige el departamento de revisión y política estratégica del FMI, dijo en un podcast del FMI que el principal objetivo de los gobiernos debería ser limitar la propagación del virus de manera que se confíe en que el shock económico será temporal.
Dijo que los bancos y los gobiernos ya han tomado medidas sin precedentes para proporcionar liquidez a los mercados y mantenerlos en funcionamiento, “y tal vez se necesite más”, pero tales medidas deben ser coordinadas internacionalmente para amplificar su efecto.
“Cuanto mejor organizadas y más coordinadas sean las respuestas sanitarias a esta crisis, más rápidamente se podrá recuperar la confianza”, dijo.
Los líderes del Grupo de los Siete países ricos dijeron la semana pasada que harían “lo que sea necesario” para responder al brote, pero no dieron detalles específicos, lo que dejó a los mercados desestabilizados.
Los líderes de las 20 economías más importantes del mundo (G20) celebrarán una cumbre virtual la próxima semana, pero las divisiones dentro del grupo hacen dudar de las esperanzas de una fuerte acción coordinada, según los expertos.
El virus ha infectado a más de 254.700 personas en todo el mundo y ha matado a 10.451. Los esfuerzos para contener la propagación de la enfermedad han dado lugar a severos choques tanto en la oferta como en la demanda en todo el mundo, que han repercutido en el sector financiero.
Muehleisen dijo que las instituciones financieras eran más resistentes que antes de la crisis financiera mundial de 2008-2009, y que el crecimiento constante y las altas tasas de empleo deberían crear algunos amortiguadores.
“En ese sentido, la crisis ha llegado en un momento en el que esperamos estar preparados para este tipo de choque”, dijo, aunque el impacto todavía sería “bastante severo”.
Muehleisen dijo que el FMI estaba trabajando para hacer frente a la crisis mediante préstamos y subvenciones con tasas de interés cero y bajas, y estaba dispuesto a ayudar a los mercados emergentes a hacer frente a las fuertes salidas de capital.
Los precios de los productos básicos, especialmente la fuerte caída de los precios del petróleo, planteaban un nuevo desafío para muchos países, al tiempo que ayudaban a los países que importaban productos básicos, dijo.
Sin embargo, dijo que la crisis ponía de relieve la necesidad de que tanto los gobiernos como el sector privado dispusieran de suficientes reservas, lo que significaba que el FMI seguiría estudiando los altos niveles de deuda.
“Es importante que los países actúen de manera responsable, y que mantengamos el espacio para responder si realmente existe la necesidad de una respuesta de política pública en el grado en que está ocurriendo en este momento”, añadió.