Los líderes de las tres naciones inauguraron oficialmente el martes el gasoducto Baltic Pipe, que va de Noruega a Polonia, pasando por Dinamarca y el mar Báltico. Elogiaron el nuevo enlace de gas como un paso esencial para reducir la dependencia europea del gas ruso.
El proyecto del gasoducto del Báltico llevará el gas de Noruega, un firme aliado de la UE y el mayor productor de petróleo y gas de Europa Occidental, a Polonia, que lleva mucho tiempo intentando desprenderse de la energía rusa. El gasoducto partirá del sector noruego del mar del Norte, atravesará Dinamarca de oeste a este y llegará a Polonia a través del mar Báltico.
Polonia lleva tiempo advirtiendo que los gasoductos rusos hacia Europa amenazan la seguridad del suministro energético de la UE y pueden ser utilizados como palanca en las negociaciones. Uno de los principales opositores al proyecto Nord Stream 2, que habría construido un segundo gasoducto de Rusia a Alemania, era Polonia. Debido a la cancelación del procedimiento de certificación por parte de Alemania tras la invasión rusa de Ucrania, Nord Stream 2 nunca llegó a materializarse. Por su parte, Rusia paralizó indefinidamente Nord Stream 1 a principios de este mes, culpando a las sanciones occidentales de imposibilitar el arreglo de las turbinas de gas.
El operador de la red de transporte nacional danesa, Energinet, anunció este fin de semana que el gasoducto del Báltico comenzará a funcionar a capacidad parcial el 1 de octubre y posiblemente adelantará la puesta en servicio a plena capacidad a finales de noviembre, en lugar del 1 de enero de 2023, como estaba previsto inicialmente.
Mateusz Morawiecki, el primer ministro de Polonia, dijo durante la ceremonia de inauguración del Baltic Pipe el martes que “la era de la dominación rusa en el ámbito del gas está llegando a su fin, la era que se distinguía por el chantaje, las amenazas y la extorsión”.
“Es crucial que colaboremos estrechamente en Europa para liberarnos del gas ruso lo antes posible”, dijo Mette Frederiksen, primera ministra de Dinamarca. Un paso importante para conseguirlo es Baltic Pipe.
Noruega y Suecia anunciaron que estaban investigando las fugas de gas en el mar Báltico procedentes de los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 de Rusia a Alemania el día en que se inauguró el Baltic Pipe. Todavía no se ha descartado el sabotaje como origen de las fugas. El martes se incrementó la preparación de Noruega para emergencias en infraestructuras, instalaciones en tierra y en alta mar en la plataforma continental noruega.
Terje Aasland, ministro noruego de Petróleo y Energía, declaró que gran parte del material hasta ahora “indica actos de sabotaje”.