En las profundidades de la calle Ibn Gabirol en Tel Aviv, las tuneladoras han avanzado bajo la intersección con la calle Nordau, alcanzando la futura estación de Arlozorov, parte de la línea verde del tren ligero. Esta línea se extenderá desde Rishon Lezion, en el sur, hasta Herzliya, en el norte, atravesando una sección subterránea en Tel Aviv.
Según el Sistema Metropolitano de Tránsito Colectivo NTA, la guerra ha ralentizado significativamente las obras. Sin embargo, los retrasos en la Línea Verde y la Línea Púrpura (que conectará Tel Aviv con Or Yehuda y Givat Shmuel) comenzaron antes de octubre pasado. Estos retrasos afectan gravemente a los residentes y trabajadores de la región metropolitana, quienes dependen de un sistema de transporte colectivo eficiente en un contexto de creciente congestión vehicular.
El comité directivo de los ministerios de Transporte y Finanzas debía reunirse para aprobar un nuevo aplazamiento del proyecto, pero la reunión ha sido pospuesta repetidamente. Las autoridades creen que, incluso una nueva fecha límite, cuando sea fijada, será irrelevante. Se espera que la Línea Púrpura comience a operar oficialmente a finales de 2027, mientras que la Línea Verde lo hará a finales de 2028, aunque fuentes cercanas al proyecto advierten que estas fechas son demasiado optimistas, sugiriendo que la Línea Verde no entrará en funcionamiento antes de 2030.
Aunque una vez inauguradas, los retrasos serán olvidados, el aplazamiento implica un mayor perjuicio para los ciudadanos, usuarios del transporte público, conductores y empresarios. La desolación de la calle Ben Yehuda en Tel Aviv es un claro ejemplo del impacto negativo de las obras.
La NTA es responsable de la primera fase del proyecto, que incluye la limpieza del terreno y otras infraestructuras básicas, mientras que la segunda fase, que abarca la instalación de vías, sistemas y trenes, se lleva a cabo con la colaboración de franquiciados privados. Para la Línea Verde, las empresas Electra, Dan y Alstom han asegurado la financiación del proyecto tras numerosos retrasos, muchos de ellos a causa de la guerra. Shapir Engineering logró cerrar la financiación para la Línea Púrpura antes de la guerra.
Uno de los principales factores detrás de los retrasos ha sido la falta de coordinación entre los organismos de infraestructura de Israel. Durante las excavaciones de la Línea Verde, se descubrieron infraestructuras de comunicaciones, agua y electricidad no cartografiadas, lo que causó significativos retrasos. La conexión de los sistemas eléctricos por parte de Israel Electric Corp. en la Línea Púrpura en las calles Ben Yehuda y Arlozorov también sufrió largos retrasos.
Otros factores que han ralentizado las obras incluyen las elecciones municipales, que han generado temores en el Ayuntamiento de Tel Aviv-Yafo por las críticas públicas, y la dependencia de trabajadores palestinos, cuya disponibilidad se ha visto afectada por la guerra.
A pesar de los esfuerzos de la NTA, los retrasos han sido generalizados. En Jerusalén, la Línea Verde se ha pospuesto hasta 2026, y la ampliación de la Línea Roja se ha retrasado hasta noviembre de este año. Además, la Línea Azul se encuentra en un estado de confusión debido al abandono de empresas internacionales por la guerra.
Los retrasos en otros proyectos, como la cuarta vía férrea en Ayalon y la electrificación ferroviaria, también han causado una reducción en las previsiones de gasto del Ministerio de Transporte. Aunque Israel invierte actualmente alrededor del 1,5% del PIB en infraestructura de transporte, un informe del Banco de Israel insta a duplicar esta inversión para cerrar la brecha con otros países desarrollados para 2050.
La Ley de Infraestructura Nacional, parte de la Ley de Arreglos Económicos de 2023, fue diseñada para eliminar barreras y acelerar los proyectos de infraestructura, pero su impacto aún no se ha sentido.
A pesar de los desafíos, la NTA asegura que las obras en las líneas Púrpura y Verde están en pleno apogeo. El comité de dirección debe actualizar los cronogramas según los acuerdos contractuales, que no han tenido en cuenta el tiempo necesario para cerrar la financiación. No obstante, la NTA destaca su éxito al atraer a grupos internacionales líderes para establecer las redes de trenes ligeros y metro en Israel, a pesar de las dificultades causadas por la guerra y otros desafíos.