Peter Szijjarto, ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, ha advertido que más sanciones contra Rusia por su invasión injustificada de Ucrania podrían perjudicar a los otros 27 miembros de la UE.
La UE “debería… dejar de referirse a un octavo paquete de sanciones, debería dejar de proponer medidas que solo empeorarían la situación del suministro energético”, dijo Szijjarto en un comunicado.
A pesar de formar parte de la UE y de la OTAN, Hungría depende en gran medida del gas ruso y, en menor medida, del petróleo.
A pesar de criticar la decisión de Moscú de atacar a Ucrania, las autoridades húngaras, en particular el primer ministro Viktor Orban, han rechazado sanciones duras como los recortes de gas y petróleo, y se han reunido frecuentemente con dirigentes rusos.
Las relaciones de Budapest con Bruselas se han deteriorado en el transcurso de un prolongado debate sobre cuestiones políticas y de Estado de derecho que amenaza miles de millones de euros en subvenciones de la UE destinadas a Hungría.
Occidente se ha “disparado a sí mismo en el pulmón” con sus sanciones comerciales y económicas sin precedentes y otras acciones punitivas contra Rusia desde que comenzó su invasión a gran escala en febrero, según Orban, que fue reelegido para un cuarto mandato en abril.
Su gobierno ha seguido reforzando las relaciones con Moscú, al tiempo que se opone abiertamente a las sanciones y al envío de armas para ayudar a la defensa de Ucrania. Esto incluye la discusión de un aumento de los envíos de gas ruso.
Orban fue el único líder occidental que asistió al entierro de Mijaíl Gorbachov en Moscú a principios de este mes, mientras que Szijjarto realizó una visita sorpresa a Rusia en julio.
El 19 de septiembre, una portavoz del Kremlin aplaudió a los dirigentes de Budapest por su “voluntad de adoptar puntos de vista soberanos” en asuntos relacionados con la UE.
Durante los 12 años anteriores en el poder, los críticos de Bruselas han acusado a Orban y a su partido Fidesz de retroceso democrático, corrupción, ataque a los medios de comunicación libres y atentados contra los derechos del colectivo ideológico LGBT.
En una resolución aprobada la semana pasada, el Parlamento Europeo declaró que Hungría ya no era una “democracia plena”.
Judit Varga, ministra de Justicia de Hungría, anunció el 19 de septiembre que el gobierno ha enviado un proyecto de ley al poder legislativo en un esfuerzo por detener la pérdida de los miles de millones de euros.
La propuesta modifica las leyes que regulan las fundaciones de gestión de activos estatales y la participación de Hungría en la oficina antifraude de la UE.
El día anterior, el ejecutivo de la UE exigió que se cuestionaran los 7.500 millones de euros de ayuda de la UE prometidos a Hungría debido a los desacuerdos sobre la corrupción, los derechos humanos y el Estado de derecho.