El IPC de EE. UU. aumentó 1.1% en abril, superando expectativas de 0.6-0.7%, elevando la inflación anual a 3.6%, según datos oficiales.
Alza del IPC en abril 2025 supera proyecciones del mercado
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos registró un incremento de 1.1% en abril de 2025, según datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) el 13 de mayo. Este aumento superó ampliamente las expectativas del mercado, que anticipaban un alza de entre 0.6% y 0.7%. Como resultado, la tasa de inflación anual alcanzó 3.6%, la más alta desde abril de 2021, marcando un repunte significativo frente al 2.3% registrado en los 12 meses previos hasta abril, según el informe del BLS. El alza refleja presiones inflacionarias persistentes en sectores clave como vivienda, energía y servicios médicos, impulsadas por factores como la política comercial y la demanda interna.
El componente de vivienda, que representa aproximadamente un tercio del IPC, subió 0.4% en abril, contribuyendo significativamente al incremento general. Los precios de la energía rebotaron con un aumento de 0.8%, tras una caída del 2.4% en marzo, según el BLS. Los servicios médicos también registraron un alza notable, con un incremento de 0.5%, impulsado por un aumento del 0.6% en los servicios hospitalarios y del 0.4% en medicamentos recetados. Por otro lado, los precios de los alimentos disminuyeron 0.1%, liderados por una caída del 12.7% en los precios de los huevos, aunque estos aún acumulan un aumento del 49.3% interanual.
El IPC subyacente, que excluye alimentos y energía por su volatilidad, subió 0.3% en abril, manteniendo una tasa anual de 2.8%. Este indicador, seguido de cerca por la Reserva Federal (Fed), refleja una inflación estructural más moderada, aunque sectores como el seguro de vehículos (+6.4% interanual) y la educación (+3.8% interanual) muestran incrementos significativos. La Fed, que utiliza principalmente el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE) para sus decisiones, enfrenta ahora mayor presión para evaluar el impacto de estas cifras en su política monetaria, especialmente tras mantener su objetivo de inflación en 2% durante más de cuatro años.
Las políticas comerciales implementadas por la administración del presidente Donald Trump, incluyendo aranceles recíprocos del 145% contra China, comenzaron a impactar la economía en abril. Aunque los datos del IPC de abril no reflejaron plenamente el efecto de estos aranceles, economistas de Nomura estiman que los aranceles podrían ejercer presión al alza sobre el IPC subyacente a partir de mayo, según un informe publicado el 13 de mayo. Sin embargo, una posible disminución de la demanda de los consumidores y una reducción de inventarios podrían mitigar estas presiones inflacionarias en los próximos meses.
Datos clave sobre la inflación en abril 2025
- El IPC general subió 1.1% en abril, llevando la inflación anual a 3.6%.
- La vivienda aumentó 0.4%, representando más de la mitad del alza mensual del IPC.
- Los precios de la energía crecieron 0.8%, tras una caída previa en marzo.
- El IPC subyacente (sin alimentos ni energía) subió 0.3%, con una tasa anual de 2.8%.
- Los alimentos cayeron 0.1%, liderados por una baja del 12.7% en los precios de los huevos.
- Los servicios médicos subieron 0.5%, con incrementos en hospitales y medicamentos.
- Los aranceles de Trump podrían elevar la inflación a partir de mayo, según Nomura.
Factores detrás del repunte inflacionario en EE. UU.
El aumento del IPC en abril estuvo impulsado por varios factores estructurales y coyunturales. La vivienda sigue siendo el principal motor de la inflación, con un incremento acumulado del 4.0% en los últimos 12 meses, según el BLS. Este sector refleja tanto el aumento de los costos de alquiler como los precios de la vivienda propia, que han mantenido una tendencia alcista desde 2023. Los costos de energía, aunque volátiles, contribuyeron al repunte de abril tras una caída en marzo, influenciados por fluctuaciones en los precios del petróleo y el gas natural. Los servicios médicos, por su parte, reflejan una demanda sostenida y costos operativos crecientes, con incrementos en servicios hospitalarios y medicamentos.
Otros sectores mostraron tendencias mixtas. Los vehículos usados cayeron 0.5% por segundo mes consecutivo, mientras que los vehículos nuevos se mantuvieron estables. La indumentaria también experimentó una baja del 0.2%, según el BLS. Sin embargo, el seguro de vehículos (+0.6%) y la educación (+3.8% interanual) mantuvieron presiones al alza. El índice de recreación no mostró cambios, mientras que los costos de comunicación disminuyeron ligeramente.
El impacto de los aranceles impuestos por la administración Trump comenzó a sentirse en abril, aunque su efecto completo se espera para los próximos meses. Los aranceles, que inicialmente apuntaban a China, han generado preocupación en los mercados financieros, con expectativas de que la inflación pueda acelerarse en el verano. Sin embargo, economistas como Aichi Amemiya de Nomura señalan que una posible desaceleración en la demanda de los consumidores podría contrarrestar parcialmente estas presiones. Los mercados ajustaron sus expectativas tras los datos de abril, reduciendo la probabilidad de recortes de tasas de interés por parte de la Fed en 2025, con la primera reducción ahora proyectada para septiembre.
En el ámbito laboral, los ingresos reales por hora se mantuvieron sin cambios en abril, con un aumento del 0.2% en los ingresos nominales contrarrestado por el alza del IPC. A nivel anual, los ingresos reales crecieron 1.4%, según el BLS. Este dato sugiere que, aunque los salarios han superado la inflación en términos reales, el crecimiento es moderado y podría verse limitado si la inflación continúa acelerándose.
Contexto global y perspectivas económicas
El repunte de la inflación en Estados Unidos se produce en un contexto global de presiones inflacionarias moderadas pero persistentes. En la Unión Europea, la inflación se mantuvo en 2.2% en abril, según datos de la Oficina de Estadísticas de la Unión Europea (Eurostat). En el Reino Unido, el IPC alcanzó 2.6% en marzo, con expectativas de un aumento a 3.7% en el tercer trimestre de 2025, según la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR). En Australia, el IPC subió 2.4% en el primer trimestre, impulsado por vivienda y alimentos, según la Oficina de Estadísticas de Australia (ABS).
La Reserva Federal enfrenta ahora un panorama complejo. Aunque el IPC subyacente permanece en 2.8%, el aumento del IPC general a 3.6% sugiere que las presiones inflacionarias podrían intensificarse si los aranceles y los costos de energía continúan al alza. Los mercados financieros, que esperaban hasta tres recortes de tasas en 2025, ahora anticipan solo dos, con la primera reducción proyectada para septiembre, según datos de Investing.com. La Fed, que ha mantenido tasas de interés elevadas para controlar la inflación, podría optar por una postura más cautelosa en los próximos meses.
En el Reino Unido, el Banco de Inglaterra espera que la inflación alcance 3.7% en el tercer trimestre antes de descender hacia el 2% en 2027, según proyecciones de febrero de 2025. La inflación subyacente en el Reino Unido, que excluye energía y alimentos, se situó en 3.4% en marzo, mientras que la inflación de servicios alcanzó 4.7%. Estos datos reflejan desafíos similares a los de Estados Unidos, con costos de vivienda y servicios como principales impulsores.
En Australia, el aumento de los precios de la vivienda (+1.7%) y la educación (+5.2%) lideró el alza del IPC en el primer trimestre. Los precios de los alimentos subieron 3.2% interanual, con incrementos notables en carne y frutas. Sin embargo, la moderación en los precios de los alquileres, influenciada por un aumento del 10% en la asistencia para alquileres del gobierno, ayudó a contener la inflación general.
Los datos de abril confirman que la inflación en Estados Unidos está ganando impulso, impulsada por sectores clave como vivienda y energía. Aunque el IPC subyacente sugiere cierta estabilidad, las políticas comerciales y las fluctuaciones en los costos de energía representan riesgos al alza. Los próximos meses serán críticos para determinar si estas presiones son transitorias o marcan el inicio de una nueva fase de inflación sostenida.