En enero de 2022, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, llegó a Moscú para tratar cuestiones monetarias y bancarias entre Rusia e Irán, y ambas partes acordaron eliminar las barreras comerciales para aumentar el comercio entre ellas hasta 10.000 millones de dólares al año. Durante su estancia en Rusia, Raisi declaró que Moscú y Teherán discutieron medidas para desafiar el dominio del dólar estadounidense y continuar el comercio entre Rusia e Irán en sus respectivas monedas nacionales. Un mes después de la reunión, se impusieron amplias sanciones occidentales a Moscú en respuesta a la invasión militar rusa de Ucrania el 24 de febrero. Si bien Irán había sido anteriormente uno de los países más sancionados del mundo, la invasión de Ucrania catapultó a Rusia también a esta posición.
Mientras tanto, las negociaciones para reactivar el acuerdo nuclear iraní y devolver a Estados Unidos al Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) no llegaron a una conclusión clara. Como resultado, Irán y Rusia se han acercado cada vez más y la cooperación entre ambos países ha entrado en una nueva fase en varios sectores, incluidos los ámbitos monetario y bancario. En este sentido, Ali Salehabadi, gobernador del Banco Central de Irán, tras unas negociaciones detalladas con el gobernador del Banco Central de Rusia, Alexander Novak, en Moscú el 9 de julio, mencionó que la “cuestión del uso de las monedas nacionales fue uno de los puntos importantes de la consulta con altos funcionarios económicos rusos, y pronto veremos la aplicación de los acuerdos alcanzados”.
Cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, visitó Teherán en julio de 2022, en el primer viaje del líder del Kremlin fuera de la antigua Unión Soviética desde la invasión de Ucrania por Moscú, el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, subrayó que “el dólar estadounidense debe retirarse gradualmente del comercio mundial, y esto puede hacerse de forma gradual”. Ese mismo día, en un acto simbólico, se produjeron operaciones entre el rublo ruso y el rial iraní en la Bolsa de Divisas de Irán, produciéndose la primera operación el 19 de julio con un intercambio de 3 millones de rublos (48.000 dólares) (Agencia de Noticias de la República Islámica).
En ese momento, resolver el problema de la banca SWIFT (Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales) se convirtió en un asunto crítico para Rusia e Irán, ya que ambos países han visto muy limitado su acceso al sistema SWIFT. En el caso de Teherán, Irán se encontró aislado de SWIFT después de que la administración Trump retirara unilateralmente a Estados Unidos del JCPOA en mayo de 2018, con el servicio de mensajería financiera anunciando que “suspendía el acceso de algunos bancos iraníes en interés de la estabilidad y la integridad del sistema financiero mundial más amplio”. Esta suspensión ha continuado bajo la administración de Joe Biden, ya que Washington ha fracasado en su intento de reactivar el JCPOA. El Kremlin, por su parte, se encuentra ahora en una situación similar desde el inicio de su guerra contra Ucrania. Cuando el conflicto se agravó rápidamente a finales de febrero, una gran coalición de Estados, incluidos miembros de la UE, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, entre otros, acordaron prohibir el acceso de varios bancos rusos a SWIFT con la intención de aislar económicamente a Rusia y paralizar su sistema financiero.
En estas circunstancias, Rusia decidió desarrollar un sistema nacional de intercambio interbancario, el Sistema de Mensajería Financiera del Banco de Rusia (SPFS), que se puso en marcha por primera vez en 2014 para sustituir a SWIFT. Durante este tiempo, Moscú intentó ampliar el SPFS a los BRICS (acuerdo informal de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), la Unión Económica Euroasiática (UEE), la Organización de Cooperación de Shanghái y otros socios importantes para Rusia. En este empeño, Moscú ha encontrado un socio dispuesto en Irán, y ambos países han empezado a trabajar juntos en el desarrollo de un sistema de pagos alternativo al SWIFT.
Dado que una de las condiciones previas para crear un sistema similar a SWIFT entre Irán y Rusia es el desarrollo de sistemas nativos de mensajería interbancaria, esta cuestión también ha sido una parte clave de las negociaciones técnicas y de expertos entre ambos países en los últimos meses. A este respecto, el viceministro iraní de Asuntos Exteriores para Diplomacia Económica, Mehdi Safari, declaró: “Naturalmente, dos países que quieren desdolarizar sus transacciones deberían tener un sistema especial similar al SWIFT”.
Otro paso fundamental para que Irán y Rusia sigan desarrollando su cooperación financiera y bancaria es el acuerdo para integrar el sistema de pagos ruso Mir y el sistema bancario iraní Shetab. Rusia diseñó y creó el sistema Mir en 2014, además de crear un sistema financiero independiente de SWIFT, como forma de superar cualquier posible bloqueo de los pagos electrónicos de sistemas diseñados por países occidentales, como Visa o MasterCard. Irán, por su parte, estableció el sistema bancario Shetab en 2002 con la intención de crear una columna vertebral uniforme para que el sistema bancario iraní gestionara los cajeros automáticos, los puntos de venta y otras transacciones basadas en tarjetas. Mientras los países trabajaban en la integración de sus sistemas bancarios, el ministro iraní de Asuntos Económicos y Finanzas, Ehsan Khandouzi, anunció: “Es de esperar que las redes de tarjetas bancarias de Irán y Rusia estén conectadas en los próximos meses”. Además del desarrollo y la facilitación de los intercambios bancarios y financieros bilaterales entre Irán y Rusia, Teherán podría transferir dinero con otros Estados miembros de la UEE, ya que el acuerdo comercial preferencial que Teherán firmó con el bloque en 2019 está listo para convertirse en un acuerdo de libre comercio. Esto permitiría a Irán realizar transacciones con Armenia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán, además de Rusia, ya que todos están conectados a Mir.
Para este proyecto, el Mir Business Bank desempeña un papel central a la hora de facilitar los intercambios entre Irán y Rusia. El banco es una entidad rusa con una participación del 100% de capital extranjero; su fundador, y único accionista, es el Bank Melli (Banco Nacional) de Irán. El Mir Business Bank tiene tres sucursales en Moscú, Kazán y Astracán. Aunque el banco estaba entre las instituciones financieras incluidas en la lista de sanciones del Tesoro de Estados Unidos en noviembre de 2018, como sucursal del Banco Nacional de Irán, ya opera fuera del sistema SWIFT.
Además, tras las sanciones de SWIFT contra el sistema bancario ruso, el sector bancario de Moscú comenzó a cooperar más libremente con Mir Business Bank. En general, parece que la decisión de Teherán y Moscú de retirar gradualmente el dólar estadounidense de las transacciones bancarias y comerciales y sustituirlo por el rublo y el rial es otra señal de la creciente amistad entre ambos países en medio de la guerra de Ucrania. Sin embargo, aunque esta cooperación reforzará los lazos entre Teherán y Moscú a nivel bilateral o en el marco de la Unión Económica Euroasiática, no puede responder a todos los retos financieros, bancarios y comerciales derivados de los exhaustivos regímenes de sanciones impuestos por Occidente a ambos países.