Chipre, Grecia e Israel firmaron el lunes un acuerdo inicial para construir el cable eléctrico submarino más largo y profundo del mundo, que atravesará el lecho marino del Mediterráneo con un coste de unos 900 millones de dólares y conectará sus redes eléctricas.
El proyecto, denominado interconector Euro-Asia, proporcionará una fuente de energía de reserva en tiempos de emergencia, dijo el ministro israelí de Energía, Yuval Steinitz, que estaba en Nicosia para firmar un memorando de entendimiento con sus homólogos.
La ministra chipriota de Energía, Natasa Pilides, dijo que suponía “un paso decisivo para acabar con el aislamiento energético de la isla y, en consecuencia, con nuestra dependencia de los combustibles pesados”.
El cable tendrá una capacidad de entre 1.000 y 2.000 megavatios (MW) y se espera que esté terminado para 2024, según el Ministerio de Energía de Israel.
Con una longitud de unos 1.500 km y una profundidad máxima de 2.700 metros, será el cable eléctrico submarino más largo y profundo que se haya construido nunca, dijo.
Steinitz dijo que el cable “nos permitirá recibir apoyo eléctrico de las redes eléctricas del continente europeo en momentos de emergencia y, lo que es más importante, también apoyará nuestra capacidad de aumentar significativamente la dependencia de la generación de energía solar”.
El ministerio israelí afirmó que la Unión Europea ha reconocido el cable como “proyecto de interés común” y está dispuesta a financiarlo en parte.