Al parecer, Israel está estudiando un proyecto de 200 millones de dólares que conectaría su red de gas natural con una red egipcia, en un intento de impulsar las exportaciones energéticas del Estado judío.
Citando al Ministerio de Energía de Israel y a fuentes de la industria cercanas a las discusiones, Reuters informó el jueves de que el nuevo gasoducto terrestre, que pasaría por el norte de la península del Sinaí, podría estar operativo en dos años.
Las fuentes dijeron que el nuevo gasoducto permitiría a Israel exportar otros 3.000 a 5.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año a Egipto, que se sumarían a los 5 bcm que actualmente suministra cada año a través de un gasoducto submarino.
“Israel y Egipto están manteniendo conversaciones sobre una posible cooperación en el suministro de gas natural. Una de las opciones que se están estudiando, tras la petición de Egipto de más suministros de gas natural, es un gasoducto terrestre”, dijo el Ministerio de Energía.
El trazado del gasoducto —que será propiedad de la corporación gubernamental Israel Natural Gas Lines— estaba en proceso de ser aprobado por las autoridades locales, según el ministerio.
Las fuentes citadas en el informe también dijeron que el nuevo gasoducto no afectaría a los planes de construir otro gasoducto submarino para exportar el gas natural del yacimiento Leviatán en alta mar para su licuefacción en Egipto, desde donde podrá enviarse a Europa y Asia.
El plan del nuevo gasoducto submarino se anunció en febrero, cuando el ministro de Energía egipcio visitó Israel y pidió una mayor cooperación energética entre ambos países.
Israel comenzó a bombear gas de Leviatán en diciembre de 2019 y a exportarlo a Egipto el mes siguiente.