Los miembros del gabinete israelí aprobaron un plan de rescate adicional para las aerolíneas más perjudicadas por la propagación de la cepa Delta del coronavirus, según informaron el domingo los ministerios de Finanzas y Transporte en un comunicado conjunto.
La ayuda estatal total no superará los 44 millones de dólares para todas las compañías aéreas de Israel y se concederá en forma de bonos a tres años que no devengan intereses.
Las aerolíneas que cotizan en bolsa tendrán la opción de convertir los bonos en acciones asignadas al Estado al vencimiento. En ese caso, el Estado no tendría más del 24% del capital de la aerolínea y no tendría derecho a voto.
El ministro de Transporte, Merav Michaeli, dijo que el plan equilibra las responsabilidades del gobierno con las de los accionistas mayoritarios de las aerolíneas.
“Beneficia en primer lugar al público israelí y garantiza la estabilidad de las compañías y sus empleados”, dijo.
Las aerolíneas israelíes -la compañía de bandera El Al Israel Airlines, Arkia e Israir– se han visto muy afectadas durante la pandemia de COVID-19, con las fronteras del país cerradas en gran medida a los turistas extranjeros desde marzo de 2020.
Desde principios de noviembre, los turistas que se hayan vacunado contra la COVID-19 pueden entrar en el país en los seis meses siguientes a su última dosis.
El Al, que está en conversaciones para comprar Israir, solicitó en septiembre 100 millones de dólares al gobierno como compensación por sus estrictas políticas de viajes.
La aerolínea lleva tres años registrando pérdidas y acumulando deudas para renovar su flota. Despidió a 1.900 empleados -casi un tercio de su plantilla- como parte de un plan de recuperación exigido por el gobierno para recibir un paquete de ayuda de 210 millones de dólares a principios de año, y redujo su flota de 45 a 29.