Italia compromete su trayectoria hacia una transición energética sostenible, anunciando el cese del carbón en la generación de electricidad para el año 2025, según declaraciones del Ministerio de Energía. Esta decisión estratégica enfatiza el desplazamiento hacia una matriz energética menos dependiente de combustibles fósiles, con un enfoque en el incremento de centrales eléctricas alimentadas por gas natural.
El Ministro de Energía, Gilberto Pichetto Fratin, en una presentación ante el Parlamento y citado por Reuters, confirmó que el objetivo de excluir el carbón del mix energético para el 31 de diciembre de 2025 es inminente. Este hito se integrará definitivamente en la próxima actualización del Plan Nacional de Clima y Energía. Sin embargo, se establece una excepción para la isla de Cerdeña, donde la eliminación del carbón se programará entre 2026 y 2028.
Esta política se alinea con la agenda de la Unión Europea de minimizar el uso de combustibles fósiles, aunque recientemente ha reconocido al gas natural como un combustible “puente” esencial en la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles. En este contexto, el gas natural y la energía nuclear fueron incluidos en la lista de actividades sostenibles de la UE, con el fin de combatir el cambio climático y alcanzar la neutralidad climática para 2050.
Alemania y Austria han tomado medidas significativas en el mismo sentido, con Alemania destinando 16.000 millones de dólares a la construcción de centrales de gas natural y Austria anunciando el mayor descubrimiento de gas natural en cuatro décadas, capaz de aumentar su producción nacional en un 50%.
Italia, por su parte, ha autorizado la construcción de cuatro nuevas centrales de gas con una capacidad de generación de 3.400 megavatios, a las que se sumarán otros 700 MW mediante la modernización de infraestructuras existentes hasta 2026. Este desarrollo es crucial para la diversificación energética y la seguridad energética del país.
El Ministerio de Energía italiano también destacó el logro significativo de reducir casi completamente la dependencia del gas ruso, que el último año representó solo el 4% de las importaciones totales de gas. Esta reducción se ha compensado con importaciones de gas argelino y gas natural licuado (GNL) de Qatar y Estados Unidos.
A pesar de estas iniciativas para asegurar el suministro energético, las reservas italianas de gas para el invierno se encuentran al 64%, anticipándose una reducción al 45% hacia finales de mes.