El gobierno japonés trató de derretir el congelamiento entre Washington y Teherán proponiendo un acuerdo de intercambio que involucra el petróleo iraní y los cereales de los Estados Unidos, informa Kyodo, citando fuentes gubernamentales no identificadas.
La propuesta fue hecha por el Primer Ministro Shinzo Abe, quien se convirtió en el Primer Ministro japonés en visitar Irán en 41 años en junio de 2019. El acuerdo iba a valer varios miles de millones de dólares e inicialmente tuvo reacciones positivas tanto en Teherán como en Washington, según las fuentes de Kyodo.
El acuerdo parecía de hecho una situación en la que todos ganaban: Irán necesitaba alimentos y mercados para su petróleo autorizado. Los Estados Unidos, por otra parte, necesitaban nuevos mercados para sus granos y soja, ya que la guerra comercial con China había tenido un impacto negativo en las ventas, informó Kyodo.
El carácter de trueque del trato eludiría las sanciones estadounidenses contra Irán, pero la eliminación de esas sanciones no estaba sobre la mesa, lo que llevó a que el Irán acabara rechazando el trato, ya que insistió en que primero se debían levantar las sanciones. Además, Teherán, por razones obvias, no confiaba en los Estados Unidos e insistió en que Washington se comprometiera primero antes de que Teherán aceptara el trato.
Las sanciones de los Estados Unidos destinadas a sofocar la principal fuente de ingresos de Irán en el extranjero han diezmado estas exportaciones, pero Irán sigue enviando petróleo al extranjero. La cantidad de este petróleo es mayor de lo que sugieren las cifras oficiales.
Según los datos de TankerTrackers.com, hasta agosto, Irán estaba exportando hasta 600 mil barriles diarios, utilizando transferencias de barco a barco con los transpondedores apagados para evitar su detección, eludiendo las sanciones estadounidenses. La cifra media diaria se compara con la estimación de 227 mil barriles por día hecha en un informe del Congreso de los Estados Unidos.
La mayor parte del petróleo que Irán exporta termina en China, ya sea directa o indirectamente, procedente de Indonesia o Malasia.
Según los datos oficiales del Banco Central de Irán, los ingresos por exportaciones de petróleo, gas, condensados y productos petrolíferos ascendieron a 29 mil millones de dólares en el último año iraní, de marzo de 2019 a marzo de 2020.