Un oportuno artículo del Financial Times se refiere a la amenaza que supone para la industria automovilística mundial la crisis energética en China, que limita el suministro de componentes clave utilizados en toda una serie de industrias. Pero el tema específico del post es la fabricación de aleaciones de aluminio. Casi el 90 % de la producción mundial de magnesio procede de China, informa el Financial Times. El gobierno chino ordenó el cierre de aproximadamente 35 de sus 50 fundiciones de magnesio hasta finales de año debido a la escasez de energía.
El informe cita al analista de Barclays Amos Fletcher, que dijo: “El 35 % de la demanda de magnesio es de chapa de automóvil, por lo que, si el suministro de magnesio se detiene, toda la industria del automóvil se verá potencialmente obligada a parar”.
Aumento de los costes de las aleaciones de aluminio
La amenaza es bastante real. Desgraciadamente, como escribimos recientemente sobre este tema, señalando el riesgo para los contratos de suministro y el potencial de traspaso de costes por parte de las fábricas de aluminio, no se limita al magnesio.
Desde nuestro último artículo, MetalMiner ha visto ejemplos de primera mano de fábricas que intentan renegociar los contratos de extrusión debido al rápido aumento de los costes de las materias primas, concretamente del silicio, el manganeso y el magnesio. Todos ellos dependen de procesos de fundición o refinado de alto consumo energético. Además, el mundo se ha vuelto peligrosamente dependiente de China para estos materiales.
El coste de la energía siempre ha sido un factor que ha impulsado los precios del aluminio. Sin embargo, si una tonelada métrica de aluminio requiere 16 megavatios hora (MWh) de energía, en comparación, una tonelada de magnesio requiere entre 35 y 40 MWh, lo que hace que los costes de energía sean un factor de coste aún más crítico para el metal.
Los precios de las exportaciones chinas suben, el inventario se queda atrás
La subida de los precios se debe tanto a la rápida escalada de los precios de exportación chinos como a la falta de inventarios de reserva en Europa y otros lugares.
Estados Unidos cuenta con un gran productor nacional. Sin embargo, depende en parte de las importaciones. Aunque es poco probable que las fábricas de aluminio se queden sin existencias en EE. UU., los precios sí podrían subir.
Europa no es tan afortunada.
El Financial Times informó de que European Aluminium ha pedido a la UE y a los gobiernos nacionales que trabajen urgentemente para tomar medidas inmediatas con sus contrapartes chinas. Teme que Pekín dirija ahora la producción restante a su vasta industria nacional del aluminio, ya que es probable que las reservas en Europa se agoten a finales de noviembre (si no antes).
Hasta ahora, los ejemplos de fábricas de aluminio que buscan renegociar los precios o posponer las entregas son escasos. Sin embargo, los aumentos de precios y la escasez de suministro son un hecho reciente. La mayoría de las fábricas están, por el momento, emitiendo avisos, dando los primeros pasos para advertir a los clientes de un problema inminente, posicionándose para lo que podría venir si, o bien no pueden conseguir suministros, o los aumentos de costes se vuelven tan exorbitantes que las fábricas principales tienen que aplicar recargos por aleación, o posiblemente ambas cosas.