La economía de Israel mostró un crecimiento aún más débil de lo esperado en el segundo trimestre del año, según datos recientes de la Oficina Central de Estadísticas. La prolongada guerra con el grupo terrorista Hamás ha tenido un fuerte impacto negativo en las exportaciones y las inversiones, lo que ha contribuido a este escenario económico.
El producto interno bruto (PIB) registró un crecimiento anualizado del 0,7 por ciento durante el periodo de abril a junio en comparación con los tres meses anteriores, de acuerdo con la segunda estimación de la oficina de estadísticas.
Esta cifra representa una revisión a la baja respecto a la estimación inicial del 1,2 por ciento, publicada el 18 de agosto. Además, el crecimiento se ubicó muy por debajo de las expectativas de los economistas, que preveían un rango de entre el 2,3 por ciento y el 5 por ciento para el trimestre.
El Ministerio de Finanzas de Israel también ajustó sus pronósticos de crecimiento para los próximos años. Para 2024, ahora se espera un crecimiento económico del 1,1 por ciento, mientras que para 2025 se proyecta una expansión del 4,4 por ciento. Estas cifras representan una disminución en comparación con las previsiones anteriores, que estimaban un crecimiento del 1,9 por ciento para 2024 y del 4,6 por ciento para 2025.