La OPEP+ se ha encontrado en el punto de mira de la industria petrolera mundial por su reiterado incumplimiento de su creciente cuota de producción de petróleo.
Pero en febrero, el grupo de la OPEP+ ha logrado el mayor aumento de la producción de petróleo en siete meses, según mostró el miércoles la última encuesta de S&P Global Community Insights.
Los miembros de la OPEP aumentaron su producción en febrero en un conjunto de 480.000 bpd, hasta alcanzar los 28,67 millones de barriles diarios, mientras que el resto del grupo OPEP+ elevó su producción de crudo en febrero en 80.000 bpd, hasta los 14,07 millones de bpd, según la encuesta.
La producción de crudo de Rusia representa la mayor parte de la producción de los países no miembros de la OPEP.
En conjunto, la OPEP+ produjo 560.000 bpd más en febrero que en enero, según la encuesta. Aun así, las cifras muestran que 14 miembros del grupo produjeron menos de su cuota en el mes.
Los miembros responsables de la mayor parte de los aumentos son miembros que no están sujetos a las limitaciones del acuerdo de cuotas de producción: Irán, Libia y Venezuela.
Irónicamente, las industrias petroleras de estos tres países se enfrentan a importantes retos. La industria petrolera de Irán y Venezuela sigue estando sometida a sanciones, mientras que la de Libia se enfrenta a la volatilidad habitual mientras la nación lucha por la estabilidad.
Un aumento de 560.000 bpd sigue sin ser suficiente para compensar los meses de subproducción del grupo. Pero llega en un momento crítico en un mercado petrolero que intenta arreglárselas sin el crudo ruso, que forma parte del acuerdo OPEP+.
El grupo OPEP+ -incluyendo a Rusia- también ha acordado elevar su producción de marzo en otros 400.000 bpd, pero sigue habiendo serias dudas sobre su capacidad disponible. Sin embargo, si hay algo que puede sacar a la OPEP+ de su letargo en cuanto a la producción de petróleo, son los elevados precios actuales del crudo.
El miércoles por la mañana, los precios del petróleo bajaban aproximadamente un 5%, pero el Brent seguía cotizando a más de 120 dólares por barril, con una subida de más de 5 dólares en una semana.