La guerra entre Hamás e Israel impactan los precios del crudo esta semana, aunque el aumento de inventarios y esfuerzos por contener la violencia matizan la subida.
Los precios del petróleo reflejan un alza moderada esta semana debido a las preocupaciones generadas tras los recientes ataques de Hamás en Israel. No obstante, la acumulación de reservas y las medidas de las naciones para moderar la hostilidad, temperan la escalada. El crudo Brent muestra un ascenso semanal del 2,3 % según datos de Reuters, mientras que el West Texas Intermediate evidencia un incremento del 0,8 %.
El impulso transitorio en los precios puede atribuirse a la resolución internacional de limitar las actuales hostilidades en Oriente Próximo. El presidente Biden ha demostrado su sólido respaldo a Israel, posicionando a las tropas estadounidenses en estado de vigilancia para prevenir intervenciones externas en el conflicto, al tiempo que enfatiza la necesidad de que Israel y Netanyahu actúen conforme a las normas bélicas.
Otra variable que ha restringido el alza del petróleo es el notable incremento en los inventarios reportado tanto por el Instituto Americano del Petróleo como por la Administración de Información Energética. El API reportó un aumento de 13 millones de barriles y la EIA un total de 10,2 millones de barriles.
Adicionalmente, la Agencia Internacional de la Energía señaló que, a pesar del convenio con Riad para recortar la producción en 300.000 barriles diarios, las exportaciones rusas de petróleo y combustible crecieron en 460.000 bpd entre agosto y septiembre. El viceprimer ministro ruso aclara que dicho compromiso incluye los derivados petrolíferos.
El foco internacional se centra en Irán tras las acusaciones de Estados Unidos sobre su posible participación en los ataques de Hamás y la subsiguiente cancelación de un pago de 6.000 millones de dólares a Irán. Irán ha rechazado estas acusaciones.
Además, Estados Unidos sancionó a dos propietarios de petroleros por exportar crudo ruso a precios que exceden el límite establecido de 60 dólares por barril por el G7 y la Unión Europea.
A pesar de la coyuntura, el informe mensual de la OPEP revela que la demanda de petróleo persiste, respaldado por el informe de la AIE que indica que la oferta sigue siendo limitada. Aun así, la inestabilidad de los mercados del petróleo, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica continúan ejerciendo presión sobre los precios.