El Ártico, una región rica en recursos naturales y de importancia estratégica, está siendo objeto de una creciente disputa entre Rusia y China. La reciente oferta del presidente Putin de involucrar a China en el desarrollo de la Ruta Marítima Septentrional (NSR) ha generado preocupación en Rusia de que China pueda estar aprovechando su debilidad en la región para avanzar en sus ambiciones árticas.
La apertura de Putin a China para el desarrollo conjunto de la NSR
Durante la reunión con el presidente chino Xi Jinping, el presidente ruso Vladimir Putin anunció su disposición a crear un grupo de trabajo conjunto chino-ruso para desarrollar la Ruta Marítima Septentrional (NSR). Sin embargo, esta oferta no ha ocasionado un nuevo contrato chino para comprar más gas ruso, como claramente esperaba el líder del Kremlin. En cambio, ha suscitado la preocupación en Rusia de que China esté ahora en condiciones de apartar a Rusia no solo a lo largo de la Ruta Marítima Septentrional, sino en el Ártico en general.
Un observador ruso en el canal de Telegram “Capitán Ártico” advierte que la equivocada decisión de Putin ha dado a Xi “las llaves” del Ártico y ha empujado a Rusia a un campo de minas, donde una zona que Moscú siempre había considerado exclusivamente suya será ahora objeto de negociaciones con una potencia extranjera. Aunque el conflicto con Occidente por Ucrania acabará por terminar, las diferencias de Rusia con China continuarán y Moscú llegará a lamentar las ventajas que ha concedido a Pekín.
El papel creciente de China en el Ártico
China ha estado trabajando arduamente durante gran parte de la última década para asumir un papel importante en el Ártico, tanto económica como geo estratégicamente. Ha estado construyendo rompehielos y buques aptos para el hielo y ha estado promoviendo el desarrollo chino de infraestructuras en aquellas partes septentrionales de Rusia donde un Moscú cada vez más presionado no podía permitírselo. La disposición de Putin a implicar a China en el desarrollo conjunto de la NSR, sobre todo teniendo en cuenta que no ha recibido nada a cambio, representa un relevante punto de inflexión, que pone de relieve la creciente debilidad de Rusia en el Ártico y la creciente fortaleza de China.
Algunos expertos rusos afirman que el presidente ruso está pecando de exceso de confianza al creer que dando a Pekín esta apertura, Rusia recibirá la ayuda a corto plazo que necesita y puede incluso convencer a China de que acepte comprar más gas natural ruso, algo crítico para Gazprom dada su pérdida de mercados en Occidente. Pero otros expertos sostienen que los chinos, que son duros negociadores, consideran que Moscú, ante los problemas de la disminución de las ventas de gas en Occidente, se verá obligado finalmente a vender su gas a China con un descuento aún mayor, y Pekín lo sabe.
Las preocupaciones de China sobre el Ártico
A pesar de que a Pekín le preocupa la NSR, los funcionarios chinos también quieren tener voz en el Ártico en general e incluso en el desarrollo de las partes de Rusia colindantes con China, zonas que Moscú considera exclusivamente suyas desde hace mucho tiempo.
China ha estado trabajando duro para asumir un papel importante en el Ártico, tanto económica como geo estratégicamente, construyendo rompehielos y buques aptos para el hielo, y promoviendo el desarrollo chino de infraestructuras en aquellas partes septentrionales de Rusia donde Moscú no podía permitírselo.
Preocupaciones en otros países de la región
La creciente presencia china en el Ártico también está generando preocupaciones en otros países de la región, como Estados Unidos y Canadá. Ambos países han expresado su preocupación por el aumento de la actividad militar y la inversión china en la región, y han adoptado medidas para contrarrestarla.
En el caso de Estados Unidos, la administración Biden ha reafirmado su compromiso con la defensa del Ártico como una región libre y abierta, y ha anunciado planes para aumentar la presencia militar y la cooperación con los aliados regionales. Además, el gobierno estadounidense ha expresado su preocupación por el potencial impacto ambiental de la actividad china en la región, y ha pedido a China que respete los estándares ambientales internacionales.
En Canadá, el gobierno ha adoptado medidas para fortalecer la presencia militar en el Ártico y para fomentar la inversión en la región. Al igual que Estados Unidos, Canadá ha expresado preocupaciones sobre la actividad china en el Ártico y ha pedido a China que respete los estándares internacionales.
Conclusiones
La creciente presencia de China en el Ártico está generando preocupaciones en Rusia, así como en otros países de la región, como Estados Unidos y Canadá. A pesar de que Rusia ha tratado de implicar a China en el desarrollo de la Ruta Marítima Septentrional para fortalecer su posición en la región, esto ha suscitado preocupaciones sobre la capacidad de China para apartar a Rusia en el Ártico en general.
Además, la creciente presencia china en la región ha generado preocupaciones sobre la actividad militar y el impacto ambiental. Por lo tanto, es probable que la competencia entre Rusia y China en el Ártico se intensifique en los próximos años, lo que puede tener importantes implicaciones para la seguridad y la estabilidad de la región.