Enverus anticipa una desaceleración en las fusiones dentro del sector upstream estadounidense para este año. Durante 2023, el auge en el sector del esquisto llevó a un volumen de acuerdos por 250.000 millones de dólares, impulsado por los altos precios del petróleo y las acciones. Sin embargo, esta ola de consolidaciones ha reducido el número de empresas disponibles para adquirir y ha limitado los recursos financieros de los compradores.
A pesar de esto, las pequeñas y medianas empresas de exploración y producción buscarán mantener su competitividad mediante fusiones, aunque se espera que los acuerdos sean de menor tamaño y que los inventarios adquiridos presenten mayores puntos de equilibrio. Según Enverus, la necesidad de escala sigue siendo un factor clave en la motivación de estas empresas para considerar nuevas adquisiciones.
En contraste, la actividad en el sector de refinación de petróleo se encuentra prácticamente paralizada. Desde la compra por 310 millones de dólares de la planta de Billings, Montana, de Exxon Mobil por Par Pacific en 2023, no se han concretado nuevas transacciones. Este monto estuvo por debajo de las expectativas del mercado, que estimaban un valor cercano al doble. Expertos atribuyen este estancamiento al temor generalizado de que la transición energética hacia fuentes más limpias deje a muchas refinerías como activos obsoletos.
El sector enfrenta un panorama complicado. Shell Plc cerró su refinería en Convent, Louisiana, al no encontrar comprador, mientras que Delta Airlines lleva seis años intentando vender su planta en Trainer, Pennsylvania, sin éxito. En 2025, LyondellBasell clausurará su refinería de Houston tras dos intentos fallidos de venta, a pesar de los 1.000 millones de dólares necesarios para su actualización.
El alto costo de mantenimiento de las refinerías envejecidas agrava la situación. Empresas como Valero Energy, Marathon Oil y Phillips 66 reportaron un incremento de más del 20% en interrupciones de producción desde 2019, con una capacidad combinada fuera de servicio de 280.000 barriles diarios en 2023. Phillips 66 gastó 786 millones de dólares en mantenimiento ese año, mientras que LyondellBasell calcula un gasto mínimo de 1.000 millones para mantener operativa su planta.
La incertidumbre en torno a la transición energética y los elevados costos operativos continúan presionando a un sector que enfrenta desafíos estructurales y financieros significativos.