DUBAI (Reuters) – Los países del Golfo, exportadores de petróleo, seguirán siendo muy dependientes de la producción de hidrocarburos durante al menos los próximos diez años, ya que los esfuerzos para diversificar las economías han tenido un progreso limitado desde la crisis del precio del petróleo de 2014-2015, dijo la agencia Moody’s.
La dependencia del sector energético será la “restricción crediticia clave” para los seis países que forman el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), dijo la agencia de calificación en un informe el lunes.
“Si los precios del petróleo alcanzan una media de 55 dólares por barril, esperamos que la producción de hidrocarburos siga siendo el mayor contribuyente al PIB de los países del CCG, la principal fuente de ingresos públicos y, por lo tanto, el principal motor de la fortaleza fiscal durante al menos la próxima década”, afirmó.
El petróleo y el gas representan más del 20% del producto interior bruto y al menos el 50% de los ingresos estatales de la mayoría de los países del Golfo.
Mientras tanto, los planes para lanzar nuevos sectores económicos se han solapado a menudo, creando competencia entre los Estados del CCG y limitando el margen de crecimiento.
“Si bien esperamos que el impulso de la diversificación aumente, se verá frenado por la menor disponibilidad de recursos para financiar los proyectos de diversificación en un entorno de precios del petróleo más bajos y por la competencia dentro del CCG”, dijo Moody’s.
Parte del problema es que el contrato social entre los Estados del CCG y los ciudadanos -empleo, educación y sanidad gratuitas de por vida a cambio de la aquiescencia política- limita la capacidad de aplicar recortes de gastos o introducir impuestos.
Arabia Saudita, la mayor economía de la región, triplicó el año pasado el impuesto sobre el valor añadido hasta el 15%, debido a la pandemia y a la menor demanda de petróleo. En abril, el príncipe heredero Mohammed bin Salman dijo que se reduciría el IVA y descartó introducir impuestos sobre la renta personal.
Según Moody’s, el crecimiento no petrolero de la región se subvenciona de hecho con impuestos directos nulos o muy bajos.
Los impuestos sobre la renta, necesarios para reducir de forma duradera la dependencia del petróleo, probablemente solo se aplicarán a largo plazo.