El precio de la gasolina volverá a subir a partir del 1 de julio, pasando de 7,72 shekels a 8,08 shekels por litro de 95 octanos, según anunció el miércoles el Ministerio de Energía.
Se trata de la última de una serie de subidas del precio del combustible, que supone 36 agorot más por litro.
Los precios de la gasolina batieron en febrero un récord de ocho años junto con los del petróleo, debido a la guerra en Ucrania. En marzo bajaron los precios del petróleo en todo el mundo, pero los de Israel se mantuvieron sin cambios.
Las subidas de los precios de los carburantes se están notando en todo el mundo, e Israel también está empezando a sentir las repercusiones.
La reducción de impuestos sobre el combustible no es suficiente para los consumidores
La última subida registrada se produce a pesar del anuncio del Ministerio de Finanzas sobre la ampliación del “impuesto azul” sobre el combustible y el gasóleo, como parte del intento de “combatir” el alto coste de la vida en Israel.
La reducción del impuesto sobre el combustible y el gasóleo en medio shekel se prorrogará otros seis meses, hasta finales de 2022, dijo el ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, en una nota del martes.
La Autoridad Tributaria de Israel y el Ministerio de Hacienda están trabajando actualmente en la ampliación de la reducción de impuestos, que se sitúa en 50 agurot por litro, hasta el 9 de agosto.
A partir del 10 de agosto, se aplicará una nueva reducción de otro medio shekel, reduciendo las tarifas del gas a partir de esa fecha en un shekel hasta el 15 de noviembre.
Dominio de la economía mundial
El continuo aumento del precio del gas se remonta al inicio de la guerra en Ucrania, un acontecimiento catalizador que desencadenó una asombrosa cadena de dominós de la economía mundial.
Las sanciones internacionales impuestas a Rusia en respuesta a su agresividad y belicismo han ejercido una gran presión sobre el mercado del petróleo, ya que la antigua nación soviética es uno de los principales exportadores de petróleo de Europa.
A su vez, el precio de la gasolina se disparó en todas partes y, aunque en muchas naciones los precios del gas se han regulado un poco, el precio en Israel se ha mantenido lamentablemente alto.