En 2025, las horas con precios negativos de la electricidad alcanzarán niveles récord en Europa. Esto genera incertidumbre para inversores y redes eléctricas en plena transición energética.
El aumento de energías renovables provoca precios negativos
El próximo año, se espera un número sin precedentes de horas en las que los precios de la electricidad caerán por debajo de cero. Las empresas de servicios públicos deberán pagar a los consumidores para que absorban el excedente de energía. Este fenómeno, antes poco común, se ha vuelto frecuente con la expansión de las energías renovables, lo que plantea desafíos para el mercado energético, los reguladores y los operadores de red.
Las energías renovables, como la solar y la eólica, son clave en la descarbonización. Su desarrollo ha demostrado ser escalable, asequible y competitivo frente a los combustibles fósiles. Sin embargo, su producción depende de factores incontrolables como el clima y la hora del día, lo que genera desajustes con la demanda eléctrica.
Cuando la generación renovable es alta pero la demanda es baja, los precios caen por debajo de cero. Esto ocurre, por ejemplo, cuando el sol brilla con intensidad o los vientos son fuertes. Aunque este fenómeno favorece a los consumidores, representa un problema para los inversores y las redes eléctricas, ya que disminuye la rentabilidad de los proyectos energéticos.
Europa, el epicentro del impacto en el mercado energético
La expansión de las energías renovables en Europa se aceleró tras la invasión rusa de Ucrania, ya que el continente buscó reducir su dependencia de petróleo y gas rusos. En febrero de 2022, Alemania importaba más de la mitad de su gas natural y un tercio de su petróleo desde Rusia. Tres años después, el país obtiene el 20 % de su electricidad de la energía solar.
El número de horas con precios negativos ha aumentado significativamente en Europa. En los primeros ocho meses de 2024, los precios de la electricidad estuvieron por debajo de cero durante 7.841 horas. Según datos de la consultora ICIS, en su punto más bajo, los precios cayeron por debajo de los -20 euros por megavatio hora.
Datos clave sobre la caída de los precios de la energía
- En 2025, Europa registrará un récord de horas con precios negativos por segundo año consecutivo.
- La caída de los precios afecta la rentabilidad de las energías renovables y desalienta la inversión en el sector.
- Los subsidios a la energía verde están disminuyendo en muchos mercados, lo que agrava la presión sobre los proyectos renovables.
- El almacenamiento de energía aún no está lo suficientemente desarrollado para gestionar los excedentes de producción.
- Se están implementando medidas legislativas en Europa para mitigar el impacto de los precios negativos.
Desafíos para el futuro de la energía renovable
El aumento de las horas con precios negativos plantea una amenaza para la inversión en energías limpias. Según un informe de Bloomberg, “el riesgo es que las energías renovables se conviertan en víctimas de su propio éxito”. A medida que los subsidios se eliminan, los proyectos deben ser rentables sin apoyo estatal, pero la caída de precios reduce sus ganancias.
Este escenario podría frenar la expansión de la energía renovable en un momento crítico. Para cumplir con los objetivos climáticos globales y mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C, la capacidad total de energía renovable debe triplicarse respecto a los niveles de 2023, alcanzando más de 11.000 GW en 2030, según el informe World Energy Transitions Outlook de IRENA.
Soluciones para estabilizar el mercado eléctrico
Reducir el impacto de los precios negativos será un desafío clave para la transición energética. En Europa, se están probando diversas estrategias regulatorias, como la eliminación de precios garantizados para productores y restricciones en la generación.
El almacenamiento de energía es fundamental para estabilizar la red, pero aún enfrenta limitaciones tecnológicas. Se requieren avances en I+D para desarrollar sistemas de almacenamiento eficientes y comercialmente viables a mediano y largo plazo.
Mientras tanto, los mercados energéticos deben adaptarse a una nueva realidad donde la abundancia de energías renovables puede generar problemas económicos. Encontrar soluciones será esencial para garantizar una transición energética sostenible sin comprometer la inversión en energía limpia.