El gigante del transporte marítimo Maersk informa de una caída masiva del beneficio neto en 2023 y advierte de la “incertidumbre” en 2024 debido a los ataques de los rebeldes yemeníes a los buques en el mar Rojo.
Un exceso de oferta de transporte marítimo de contenedores el año pasado provocó una caída de los precios después de que se hubieran disparado en 2022 debido a la escasez de capacidad en medio de la alta demanda tras el fin de las restricciones por la pandemia Covid, afirma el grupo danés.
“La alta demanda finalmente comenzó a normalizarse a medida que se aliviaban las congestiones, y la demanda de los consumidores disminuyó, lo que llevó a un exceso de inventario”, dice Maersk en su informe anual de ganancias.
Esta “corrección” dio lugar a “descensos rápidos y pronunciados en los volúmenes y tarifas enviados a partir” del final del tercer trimestre de 2022, añade.
Maersk afirma que su beneficio neto alcanzó los 3.800 millones de dólares el año pasado, ligeramente por encima de las previsiones de los analistas, pero muy por debajo de los 29.200 millones registrados en 2022.
Sus ingresos también se situaron ligeramente por encima de las previsiones, alcanzando los 51.000 millones de dólares frente a los 81.500 millones del año anterior.
Se espera que los “retos de exceso de oferta” en el sector del transporte marítimo “se materialicen plenamente” a lo largo de 2024, según Maersk.
El grupo rebajó su previsión para 2024 de su beneficio básico -ganancias antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones- a un rango de entre 1.000 y 6.000 millones de dólares.
“Sigue existiendo una gran incertidumbre en torno a la duración y el grado de perturbación del mar Rojo, con la duración de un trimestre a un año completo reflejada en el rango de orientación”, dice Maersk.
Maersk y otras navieras han decidido redirigir los turnos lejos del mar Rojo, haciéndoles tomar la ruta más larga y costosa alrededor del extremo sur de África.
El mar Rojo transporta normalmente alrededor del 12% del comercio marítimo mundial.
Los hutíes, rebeldes yemeníes apoyados por Irán, llevan desde el año pasado atacando a los buques que cruzan el mar Rojo, alegando que su campaña era en solidaridad con los palestinos en la guerra entre Israel y Hamás.