El ministro de Asuntos de la Diáspora, Nachman Shai, saluda la decisión del gobierno de permitir que todos los turistas -vacunados o no- entren al país, diciendo que esto fue una ayuda para las personas de todo el mundo que han luchado por visitar el país durante la pandemia de coronavirus.
“Me alegro de que el primer ministro haya respondido positivamente a las peticiones de miles de familias de todo el mundo, judías y no judías, que han buscado reunirse de nuevo tras un largo periodo de separación causado en parte por restricciones como la prohibición de entrada a los niños no vacunados”, afirma Shai.
El cierre total de las fronteras de Israel a los no ciudadanos fue duramente criticado por los líderes judíos de todo el mundo, que argumentaron que, como Estado-nación del pueblo judío y hogar de aproximadamente la mitad de la población judía del mundo, el país tenía la responsabilidad de mantenerse abierto a los visitantes judíos.
Al abordar esas críticas en una conferencia sobre la relación entre Israel y la diáspora la semana pasada, Shai dijo que, aunque el país hizo grandes esfuerzos para explicar su proceso de pensamiento en el cierre de las fronteras, “no estaba seguro de que esas explicaciones fueran aceptadas” por las comunidades judías en el extranjero.
“Tras dos años de pandemia de COVID-19 ha llegado el momento de volver a una realidad más normal y de convivir con este virus, junto con las medidas adecuadas para preservar la salud pública. La apertura de los cielos de Israel es una gran noticia para todos los que tienen familia en Israel, que ahora pueden venir a celebrar la Pascua y el Purim juntos aquí en Israel. Les esperamos”, afirma.