Netanyahu se reunió con el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, el ministro de Economía, Nir Barkat, y el gobernador del Banco de Israel, Amir Yaron, para hablar de la quiebra.
“La caída del banco SVB está generando una profunda crisis en el mundo de la alta tecnología. He mantenido conversaciones durante mi estancia en Roma con responsables de la alta tecnología en Israel”, declaró el fin de semana durante una visita oficial a Italia.
“El Gobierno se compromete, si es necesario, a ayudar a las empresas israelíes de alta tecnología y a sus empleados. Tomaremos medidas para ayudar a las empresas que operan en Israel a superar la crisis de liquidez provocada por este trastorno”, subrayó el Primer Ministro.
Añadió que la economía de Israel “es fuerte y estable, y esto se expresa de nuevo en esta crisis”.
Smotrich dijo que se formaría un equipo, compuesto por funcionarios del Banco de Israel, la Autoridad de Valores, el Tesoro y la Autoridad de Innovación, para hacer frente a las consecuencias.
“El Estado de Israel estará al lado de la industria tecnológica local y la ayudará a superar la crisis”, escribió Smotrich en Twitter.
Casi la mitad de las empresas tecnológicas y sanitarias estadounidenses que salieron a bolsa el año pasado eran clientes del Silicon Valley Bank.
El anuncio se produjo en un momento en el que Israel está inmerso en protestas a escala nacional contra la reforma del poder judicial, de tendencia izquierdista, prevista por el Gobierno. Israel es el segundo país del mundo con mayor número de empresas emergentes per cápita, aparte de Silicon Valley.
En las últimas semanas, los israelíes del sector tecnológico han salido a la calle para protestar contra la reforma judicial. Al mismo tiempo, muchos fundadores han optado por sacar su dinero de Israel a causa de los planes de reforma, entre ellos gigantes tecnológicos como Riskified, cuyo CEO, Eido Gal, decidió retirar de Israel todas las reservas de efectivo de la empresa, que ascendían a 500 millones de dólares, y Papaya.
Desde la quiebra del SVB, irónicamente, las empresas israelíes se apresuran a recuperar su dinero en Israel. Una empresa llamada LeumiTech, que ayuda a las empresas a transferir fondos, ha ayudado hasta ahora a sus clientes a trasladar más de mil millones de dólares a Israel desde el sorprendente anuncio del viernes.
El diario Haaretz citó al director general de una empresa israelí que tiene gran parte de su capital en el SVB, quien describió una frenética caída en picado al conocerse la noticia de la quiebra. Al final no consiguió sacar a tiempo el dinero de su empresa.
“Esto es algo sobre lo que se lee en los libros, pero no sólo es algo que nunca he experimentado, sino que ni en un millón de años pensé que fuera posible con SVB, un banco con una sólida reputación y marca, considerado el banco número uno para las startups. ¿De qué puedes depender? Del dinero en el banco. Y de repente, incluso lo que crees que es el fundamento más básico de tu trabajo, se ve socavado”.