Se espera que la demanda mundial de petróleo se estabilice y posiblemente comience a disminuir en los próximos 20 años. Esa es la perspectiva de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que señala que la pandemia tendrá un impacto duradero en el comportamiento de los consumidores.
Si bien el uso del petróleo para alimentar los automóviles, los camiones y la industria se recuperará a medida que las economías se recuperen, la OPEP expresó su preocupación por que el crecimiento futuro pueda verse parcialmente contrarrestado por factores como un cambio posterior a la pandemia hacia el trabajo a domicilio y las teleconferencias en los desplazamientos al trabajo, así como mejoras en la eficiencia y un cambio hacia los automóviles eléctricos.
Incluso antes de la pandemia, el creciente activismo en favor del clima y la ampliación del uso de combustibles alternativos estaban poniendo en tela de juicio la solidez de la demanda de petróleo a largo plazo; sin embargo, pese a la reducción de sus previsiones, la OPEP seguía disfrutando de crecimiento.
Este año, sin embargo, considera que la demanda podría comenzar a disminuir después de 2030, como resultado de acontecimientos como una adopción más rápida de los automóviles eléctricos, una mayor eficiencia en el consumo de combustible y una mayor reducción de los viajes de negocios y de ocio después de la pandemia.
A medida que los gobiernos establezcan las estrategias de recuperación de la COVID-19, el “hidrógeno verde” se incluirá cada vez más como un impulsor clave, especialmente en Europa. Japón y Corea están también considerando la posibilidad de importar hidrógeno y desarrollar cadenas de suministro internacionales, especialmente en el transporte. En los Estados Unidos, la campaña presidencial de Joe Biden ha hecho de la energía limpia un elemento central de su plataforma.
Este año la agrupación OPEP+, que incluye a Rusia y otros aliados, acordó recortes récord en la producción de 9,7 millones de barriles por día, el equivalente al 10% del suministro mundial. El cártel aún predice que la demanda de petróleo aumentará en los próximos años, a diferencia de algunos otros productores, y espera impulsar la producción en las próximas décadas a medida que disminuya la producción de los rivales.