El presidente Joe Biden se reafirmó en una sugerencia anterior de que el aumento de los precios de la gasolina podría ser algo bueno para Estados Unidos, diciendo a los periodistas el lunes que el aumento de los costes sería una “buena” oportunidad para hacer un “giro fundamental” en la energía limpia.
El presidente hizo el comentario a los periodistas mientras estaba de vacaciones en su estado natal, Delaware, y rápidamente atrajo las críticas de expertos, activistas y comentaristas conservadores.
Después de reprender a un periodista por preguntar si una recesión era inevitable, el presidente trató de explicar el aumento de los precios de la gasolina en Estados Unidos -que superó los 5 dólares por galón de media en todo el país a principios de este mes- como algo positivo.
“De todo lo malo, algo bueno sucederá si se busca lo suficiente”, dijo el presidente.
“Tenemos la oportunidad de dar un giro fundamental hacia las energías renovables, los vehículos eléctricos, y no sólo los vehículos eléctricos, sino en todos los ámbitos”, dijo el presidente.
Estos comentarios se producen en un momento en el que la Casa Blanca está estudiando la posibilidad de aplicar un impuesto a la gasolina para ayudar a bajar los precios, y apenas un mes después de que el presidente indicara que el aumento de los precios podría ayudar a Estados Unidos a adoptar más fuentes de energía renovables.
¿Qué dijo Biden en mayo?
Durante una conferencia de prensa en Tokio (Japón), un periodista preguntó al presidente Joe Biden si el aumento de los precios de la gasolina era una señal de que se avecinaba una recesión. El presidente dijo que no creía que se avecinara una recesión, y que aunque Estados Unidos se enfrenta a un problema de inflación, cree que es “menos consecuente que en el resto del mundo” gracias a la fortaleza de la economía estadounidense.
A continuación, el presidente pareció sugerir que el aumento de los precios de la gasolina acabará provocando una menor dependencia de los combustibles fósiles.
“Y en lo que respecta a los precios del gas, estamos atravesando una increíble transición que, si Dios quiere, cuando termine, seremos más fuertes y el mundo será más fuerte y menos dependiente de los combustibles fósiles”, dijo Biden.
Fue el comentario de la “increíble transición” lo que provocó mucha ira, y el comentario no parece ser un error.
El presidente no sólo indicó que los altos precios de la gasolina podrían resultar en última instancia positivos para Estados Unidos, sino que su gabinete también parece haber adoptado la misma línea impopular.
Cuando el senador republicano John Barroso, de Wyoming, preguntó a la secretaria de Interior, Deb Haaland, si los precios de la gasolina son demasiado altos, ésta se negó a responder a la pregunta. Eso hizo que Barroso volviera a preguntar: “Parece que no está dispuesta a decir que los precios de la gasolina son demasiado altos”. Haaland siguió sin contestar.