LISBOA, Portugal – El gobierno portugués ha dado su autorización para la venta del Chelsea por parte de Roman Abramovich, que como titular de un pasaporte portugués necesitaba su aprobación.
La decisión de Portugal se produce un día después de que el Gobierno británico aprobara la venta del Chelsea por parte del oligarca ruso-israelí sancionado a un consorcio encabezado por un copropietario de los Dodgers de Los Ángeles.
También era necesario el visto bueno de Portugal para que la operación, valorada en 2.500 millones de libras (3.100 millones de dólares) -el precio más alto jamás alcanzado por un equipo deportivo-, saliera adelante.
“Las dos autoridades nacionales competentes, el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Finanzas, dieron luz verde a la solicitud recibida de Roman Abramovich para una exención humanitaria, permitiendo la transacción del club inglés”, dice el gobierno portugués en un comunicado.
El gobierno de Lisboa dice que su respaldo a la venta depende de “la garantía dada por las autoridades británicas de que los ingresos de la venta se utilizarán para fines humanitarios, no beneficiando directa o indirectamente al propietario del club, que está en la lista de sanciones de la Unión Europea”.
Abramovich obtuvo la nacionalidad portuguesa en 2021 gracias a una ley que ofrecía naturalizar a los descendientes de los judíos sefardíes que se vieron obligados a abandonar la Península Ibérica siglos atrás.
Abramovich ha sido sancionado por las autoridades británicas y europeas por sus vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin tras la invasión de Ucrania. Las autoridades británicas y portuguesas tuvieron que asegurarse de que el oligarca no se beneficiara de la venta forzosa del club.
Los activos de Abramovich fueron congelados en marzo y el Chelsea ha estado operando bajo una licencia del gobierno británico que expira el martes.