China responde al conflicto de Oriente Medio con estrategias comerciales y diplomáticas, equilibrando intereses y estabilidad.
China en el conflicto de Oriente Medio
Al superar los 100 días del conflicto en Oriente Medio, las fuerzas armadas israelíes han intensificado sus ofensivas en el sur del Líbano, mientras que Irán ha perpetrado un ataque en Irak, alegando que el objetivo era una base del Mossad israelí. Este acto incrementa las preocupaciones sobre la escalada del conflicto hacia una crisis regional. A pesar de esto, Israel ha anunciado el cese de su etapa “intensiva” en el norte de Gaza y planea una acción similar en el sur.
En una medida significativa, Nippon Yusen, un prominente operador naval japonés, se une a la creciente lista de compañías navieras que han suspendido sus operaciones en el mar Rojo, reaccionando a los constantes ataques de los hutíes yemeníes. Esta decisión sigue a la de COSCO, la naviera estatal china, que hace una semana detuvo sus envíos a Israel por el incremento del peligro de ataques hutíes. China, el segundo mayor socio comercial de Israel, hasta ahora ha mantenido una postura neutral en el conflicto entre Israel y Hamás en Gaza. Este enfoque cauteloso es coherente con la prioridad de China en fortalecer lazos con los países musulmanes del Medio Oriente y su política histórica de no intervención en los asuntos internos de otros países, lo cual es crucial para mantener relaciones equilibradas con naciones como Yemen, Egipto e Irán, integrantes claves de su ambiciosa Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Sin embargo, en un cambio notable, Pekín ha roto su silencio, instando al cese de los ataques contra buques civiles en el mar Rojo, una posición justificada dado lo mucho que está en juego. Este llamado refleja una preocupación creciente por la estabilidad en una región crucial para las rutas comerciales globales.
El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, expresó: “La situación en el mar Rojo se ha deteriorado considerablemente y China está profundamente inquieta. Hacemos un llamado para detener el hostigamiento y los ataques a los buques civiles, asegurando así la continuidad de las cadenas de suministro y el orden comercial mundial”.
Inversiones chinas en Egipto: energía, transporte y diplomacia en la región
Con la ascensión de Abdel-Fattah el-Sisi a la presidencia de Egipto en 2014, China ha escalado notablemente sus inversiones y operaciones comerciales en y alrededor del Canal de Suez. Esta expansión ha sido caracterizada por una activa promoción de inversiones multimillonarias por parte de empresas estatales chinas en los sectores energético, de transporte y logística de Egipto, respaldadas por préstamos también de valor multimillonario, de acuerdo con datos del Banco Mundial.
En marzo del año anterior, COSCO, la gigante naviera china, realizó una inversión significativa de 1.000 millones de dólares en infraestructuras portuarias egipcias. Esta inversión de COSCO se complementa con los esfuerzos de CK Hutchison Holdings, un influyente conglomerado de Hong Kong, que anunció una inversión de 700 millones de dólares para desarrollar una nueva terminal de contenedores en el puerto de Ain Sokhna, situado en el mar Rojo. Paralelamente, Xinxing Ductile Iron Pipes reveló planes para una inversión de 2.000 millones de dólares en las instalaciones siderúrgicas de la misma región. Los acuerdos más significativos se concretaron hacia finales de año, cuando China Energy y la Zona Económica del Canal de Suez de Egipto firmaron un convenio de 6.750 millones de dólares para proyectos de hidrógeno y amoníaco sostenibles, y United Energy Group, cotizada en la bolsa de Hong Kong, se comprometió a invertir 8.000 millones de dólares en una planta de producción de cloruro potásico en la Zona Industrial de Sokhna.
En una faceta distinta, pero igualmente importante, China ha manifestado su interés en actuar como un intermediario pacificador en Oriente Medio. El año pasado, desempeñó un papel crucial en aliviar las tensiones entre Arabia Saudí e Irán, dos rivales regionales, buscando poner fin a un prolongado periodo de hostilidad y a la ruptura formal de relaciones en 2016. Este acuerdo, considerado un triunfo diplomático para todas las partes involucradas, contó con el respaldo explícito de China a Teherán en “cuestiones de interés fundamental”, señalando este pacto como precursor de una nueva “ola de reconciliación” en la región de Oriente Medio.
Relaciones China-Israel: un crecimiento sustancial en la economía
Durante años, China ha dedicado esfuerzos considerables para fortalecer sus vínculos diplomáticos con Egipto, un país que los egipcios perciben como su aliado más crucial, superando incluso a Estados Unidos y Rusia en importancia.
Es importante destacar que, a pesar de que China no se equipara a Estados Unidos como aliado destacado de Israel, las relaciones entre China e Israel son notoriamente cordiales. Israel se distinguió como el primer país de Oriente Medio en reconocer a la República Popular China en 1950, aunque no establecieron formalmente lazos diplomáticos hasta 1992. Desde entonces, la relación ha experimentado un crecimiento sustancial, particularmente en el ámbito económico. Empresas chinas han jugado un papel clave en la modernización de puertos e infraestructuras en Israel. De hecho, China se ha convertido en el segundo socio comercial más importante de Israel, con un intercambio bilateral que ha escalado de tan solo 50 millones de dólares en 1992 a unos impresionantes 24.450 millones en 2022.
Por otro lado, Estados Unidos ha recibido positivamente el emergente papel de China en esta región marcada por la inestabilidad, confiando en que Pekín asumirá un papel esencial en la moderación de Irán. Es relevante mencionar que China obtiene el 10% de su petróleo de Irán, lo cual subraya la importancia de esta relación en el contexto de sus políticas exteriores y estrategias energéticas.