La empresa rusa Sakhalin Energy Investments Co está pidiendo a los compradores de su gas natural licuado que lo paguen a través de la sucursal moscovita de un banco internacional, según ha informado Reuters, citando fuentes no identificadas.
La fuente añadió que la empresa rusa también estaba en conversaciones para cambiar la moneda, en la que se realizan los pagos por el GNL, de dólares estadounidenses. Algunos compradores de Sakhalin LNG ya realizaban sus pagos a través del banco designado, pero en dólares, dijeron también las fuentes.
La medida forma parte de un impulso más amplio para trasladar los pagos de los hidrocarburos rusos del dólar estadounidense a otras monedas, incluido el rublo. Rusia ya pide pagos en rublos por el gas que exporta a los países europeos.
En la actualidad, hay dos empresas japonesas que compran GNL a Sakhalin Energy Investments Co., que Moscú ha decidido nacionalizar a principios de este año. Para ello, se crearía una nueva empresa que se haría cargo de todos los activos y obligaciones de Sakhalin Energy Investments Co., que explota el proyecto de petróleo y gas Sakhalin-2.
Gazprom es el accionista mayoritario del proyecto, con el 50 % más una acción. El resto se reparte entre Shell, Mitsui & Co. y Mitsubishi Corp.
A pesar de la medida de Moscú de nacionalizar el operador de Sajalín-2, los contratos a largo plazo que Sakhalin Energy Investments Co. tiene con sus dos compradores japoneses siguen activos.
Estos contratos representan más de la mitad de la capacidad nominal de Sajalín-2, que es de 9,6 millones de toneladas anuales. Entre los demás compradores de Sakhalin-2 LNG hay empresas de China, Taiwán, Singapur y Corea del Sur.
Shell ya dijo que abandonaría el proyecto hace unos meses y desde entonces ha estado buscando compradores para su participación en Sajalín-2. Según informes anteriores, la venta podría hacerse a un grupo de empresas indias.
Sin embargo, las empresas japonesas no han anunciado su intención de abandonar el proyecto. De hecho, a principios de este año, el ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Koichi Hagiuda, declaró que los proyectos Sajalín-1 y Sajalín-2 “son esencialmente importantes para la seguridad energética porque los proyectos permiten a Japón abastecerse por debajo del precio de mercado, especialmente en medio de los altos precios actuales de la energía”.