Rusia superó a Arabia Saudita y se convirtió en el segundo proveedor de crudo de la India el mes pasado, según informó Reuters, citando fuentes comerciales no identificadas.
La media diaria de las exportaciones de petróleo ruso a la India se situó en 819.000 barriles, según los datos que estas fuentes compartieron, lo que se compara con los escasos 277.000 barriles diarios de abril.
Según un informe de una agencia medioambiental finlandesa, los compradores indios representan ahora el 18% de las exportaciones de crudo ruso. Sin embargo, lo más interesante es que parte del combustible que producen las refinerías indias con el crudo ruso se exporta después, y una parte acaba en Estados Unidos.
“Podemos ver los envíos de crudo que van a las refinerías que toman petróleo ruso, y luego podemos ver a dónde va el material que producen”, dijo Lauri Myllyvirta, analista principal del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio, con sede en Helsinki, autor del informe.
El crudo ruso ha cotizado con un fuerte descuento que alcanza los 30 dólares respecto al Brent desde el inicio de la guerra en Ucrania, lo que lo ha hecho especialmente atractivo para grandes importadores como India y China.
Ambos países han aumentado sustancialmente su ingesta de petróleo ruso en los últimos tres meses, y Kpler ha informado de que, en lo que va de año, India ha importado cinco veces la cantidad de todo el crudo ruso que compró en todo 2021. Las importaciones de petróleo ruso desde el inicio de 2022 han sumado 60 millones de barriles frente a los 12 millones de barriles de todo 2021.
Según se informa, el subcontinente está buscando actualmente asegurar contratos de suministro de seis meses con Rosneft en este momento, a pesar de las advertencias de Estados Unidos de dejar de comprar tanto petróleo ruso. La India depende de las importaciones para satisfacer más del 80% de su demanda de crudo, lo que la hace especialmente vulnerable a los repuntes de los precios internacionales y una fanática natural de las gangas como el crudo ruso.