Tel Aviv ha superado a París y se ha convertido en la ciudad más cara del mundo para vivir, según un nuevo estudio de Economist Intelligence Unit.
Según los datos, el aumento vertiginoso de los precios está contribuyendo al incremento más rápido del coste de la vida para los habitantes de la ciudad en cinco años. El índice 2021 de la EIU, que hace un seguimiento del coste de la vida en 173 ciudades de todo el mundo, revela que Tel Aviv es la ciudad más cara del mundo, pasando del quinto puesto en 2020 a superar a París, que anteriormente ocupaba el primer puesto.
Por término medio, los precios de los bienes y servicios incluidos en el índice han subido un 3,5 % en moneda local, frente a un aumento de solo el 1,9 % el año pasado por estas fechas.
Los costes del transporte son los que más han subido en la encuesta de este año, sobre todo por el aumento de los precios del petróleo, que ha provocado un incremento del 21 % en el precio de la gasolina sin plomo, pero las categorías de ocio, tabaco y cuidado personal también han registrado fuertes subidas.
La subida de Tel Aviv refleja principalmente la fortaleza del shekel frente al dólar estadounidense y el aumento de los precios de los comestibles y el transporte. La ciudad que experimentó el mayor salto fue Teherán, que pasó del puesto 79 al 29, ya que las sanciones internacionales siguen provocando escasez y aumento de precios.
La encuesta sobre el coste de la vida en el mundo informa de que las clasificaciones siguen siendo sensibles a los cambios provocados por la pandemia del COVID-19. Los datos de la encuesta se recogieron entre el 16 de agosto y el 12 de septiembre de 2021, cuando las tarifas de los fletes y los precios de los productos básicos estaban en alza en todo el mundo. Junto con la fluctuación de la demanda de los consumidores y las variaciones de los tipos de cambio, los problemas resultantes de la cadena de suministro han impulsado el aumento de los precios en las principales ciudades del mundo.
“Aunque la mayoría de las economías de todo el mundo se están recuperando a medida que se van extendiendo las vacunas COVID-19, en muchas ciudades importantes se siguen produciendo picos de casos, lo que ha provocado restricciones sociales. Esto ha interrumpido el suministro de bienes, provocando escasez y precios más altos”, dijo Upasana Dutt, jefa de WCOL en EIU.
Dutt señaló que se espera que el coste de la vida siga subiendo el año que viene y que los bancos centrales suban los tipos de interés para frenar la inflación. “Así que el aumento de los precios debería empezar a moderarse desde el nivel de este año”, manifestó Dutt.
Los primeros puestos de la lista están dominados por ciudades europeas y asiáticas desarrolladas, mientras que las ciudades más baratas se encuentran principalmente en Oriente Medio y África. Damasco mantuvo su puesto como la ciudad más barata del mundo para vivir. Se situó a la cola en siete de las 10 categorías de precios, y cerca de la cola en las tres restantes.