El gobierno de Trump flexibiliza regulaciones y promueve exportaciones, mientras el mercado global define el futuro de la producción de gas en EE. UU.
Política energética de Trump busca dinamizar la industria del gas
La estrategia del presidente Donald Trump, conocida como “perfora, nene, perfora”, tiene como objetivo revitalizar la producción de petróleo y gas en Estados Unidos a través de regulaciones más flexibles y mayor acceso a mercados internacionales. Sin embargo, los productores estadounidenses necesitan que los factores del mercado respalden esta política para superar el estancamiento del sector ocasionado por precios bajos y altos inventarios.
Una mayor demanda de gas natural estadounidense podría aumentar la actividad de perforación, pero también elevaría los costos energéticos, lo que contradiría las promesas del presidente de mantener precios bajos. En última instancia, los precios en mercados nacionales e internacionales serán decisivos para determinar la cantidad de gas que los productores estadounidenses generen en los próximos años.
En este segundo mandato de Trump, los mercados de gas natural muestran señales favorables para la producción estadounidense, con una creciente demanda de gas natural licuado (GNL) y un aumento en el consumo energético, especialmente impulsado por la inteligencia artificial.
Factores clave en el crecimiento del sector energético
- El levantamiento de la pausa en permisos de exportación de GNL bajo la administración Trump.
- La iniciativa de inteligencia artificial de $500 mil millones impulsará el consumo eléctrico.
- Incremento en las exportaciones de GNL con plantas clave como Plaquemines LNG y Corpus Christi LNG Stage 3.
- El gas de esquisto representa el 79% de la producción de gas natural seco en EE. UU.
Impacto de las exportaciones de GNL en la industria del gas
La puesta en marcha de nuevas plantas de exportación de GNL está aumentando la demanda de gas natural estadounidense. Según la Administración de Información Energética (EIA), las exportaciones de GNL son el principal motor del crecimiento en este sector, con un incremento proyectado del 15% en 2025, alcanzando casi 14 Bcf/d. Este aumento está respaldado por la capacidad de exportación de nuevas instalaciones como Plaquemines LNG y Corpus Christi LNG.
Europa también representa una oportunidad significativa para los exportadores de GNL de Estados Unidos. Con el objetivo de llenar sus reservas de gas al 90% antes del invierno de 2025, Europa se perfila como un mercado clave. Además, el presidente Trump ha amenazado con aranceles si Europa no incrementa sus compras de gas y petróleo estadounidenses.
Las aprobaciones rápidas de exportación durante la administración Trump podrían mantener los precios del gas en niveles rentables para los productores estadounidenses. No obstante, si la producción aumenta de manera descontrolada, los precios podrían caer nuevamente debido al exceso de oferta.
El auge de la inteligencia artificial y su vínculo con el gas natural
El avance de la inteligencia artificial está impulsando un aumento significativo en la demanda energética en Estados Unidos. La necesidad de energía confiable para alimentar centros de datos y nuevas aplicaciones de IA ha llevado a un auge en la construcción de plantas de energía a gas natural.
Grandes petroleras como Chevron y Exxon están trabajando con generadores de energía y centros de datos para desarrollar plantas generadoras de gas con menor emisión de carbono, atendiendo la creciente demanda de electricidad las 24 horas. Según la EIA, la generación de energía con gas natural alcanzó niveles récord el año pasado, representando aproximadamente el 42-43% de la generación total en Estados Unidos.
Con planes para ampliar la capacidad de generación con gas natural, las empresas energéticas esperan aprovechar un mercado en expansión, impulsado por las políticas favorables del gobierno y la demanda creciente de exportaciones de GNL y avances tecnológicos.
Mercados y políticas definirán el futuro del gas natural
La combinación de exportaciones de GNL, avances tecnológicos en inteligencia artificial y el clima seguirán siendo factores clave en la oferta y la demanda de gas natural en Estados Unidos. Aunque las políticas de la administración Trump han favorecido la expansión del sector, los mercados internacionales tendrán la última palabra sobre si este auge se sostiene o enfrenta nuevas dificultades.
En este contexto, las empresas productoras y exportadoras de gas deberán equilibrar cuidadosamente su producción para evitar una sobreoferta que podría presionar los precios a la baja. Mientras tanto, los consumidores y las empresas seguirán observando cómo los cambios en el mercado global impactan los costos energéticos locales.