John Kerry simplemente no pudo resistirse. A pesar de que su carrera púbica está a punto de terminar – a pesar de que el “proceso de paz” entre Israel y Palestina lleva muerto hace tiempo – a pesar de que no tiene absolutamente nada que ganar con ello – Kerry de 73 años de edad simplemente no pudo resistirse, desatando una explosión final contra Israel.
El ataque mentiroso y mal intencionado de Kerry sobre Israel en el Foro Saban el domingo sirvió como un poderoso recordatorio de lo bueno que es que él está a punto de dejar el cargo – y lo peligroso para Israel que habría sido si hubiera permanecido como Secretario de Estado.
Kerry dijo que encuentra «profundamente perturbador» que muchos miembros del gabinete de Israel crean que un Estado palestino no es una buena idea. Kerry actúa como si el Estado palestino ha sido una parte de la política de Estados Unidos consagrada desde tiempos inmemoriales. De hecho, solo dos presidentes han respaldado un Estado palestino; ha sido parte de la política exterior de Estados Unidos solo por un tiempo muy breve. Futuros presidentes tienen todo el derecho a estar en desacuerdo con la sabiduría de esa propuesta. Y, ciertamente, los miembros del gabinete israelí tienen incluso más que un derecho a cuestionar su sabiduría.
“No habrá ningún avance ni paz por separado con el mundo árabe sin el proceso palestino y la paz palestina”, una absurda declaración de Kerry. Al parecer, se ha olvidado de que Israel ya tiene tratados de paz por separado con dos de los cuatro Estados árabes vecinos, Egipto y Jordania. Israel no necesita un tratado de paz con el Líbano, e Israel no tiene nada que ganar con un tratado de paz con Siria, ya que Siria ya no es un Estado en funcionamiento. Así que lo de “la paz con el mundo árabe” ¿qué clase de perorata de Kerry es esa?, ¿Israel realmente necesita el reconocimiento de Marruecos o de Qatar?
Kerry también trajo a colación la consabida denuncia de “los asentamientos” por supuestamente “bloquear la paz”. Habló de cómo le molestó que Israel haya ignorado sus “advertencias” sobre los asentamientos. Tal vez una de las razones por las que Israel ha ignorado esas “advertencias” es que los israelíes están verdaderamente hartos del discurso hipócrita de Kerry. Él nunca dice una palabra sobre la construcción ilegal masiva palestina en los territorios. Él actúa como si se tratara de un hecho que un Judío que residen en Judea-Samaria o en muchas partes de Jerusalén es ilegal e ilegítimo, mientras que está perfectamente bien para los árabes construir en cualquier lugar y donde sea que se les antoje.
En el Foro Saban, Kerry también se lanzó a otro discurso cansino, la afirmación de que Israel “no puede ser a la vez democrático y judío” a menos que permita la creación de un Estado palestino. Este viejo bulo ha sido desacreditado innumerables veces, pero Kerry no va a dejar de citarlo. “Hay más árabes que Judíos viviendo entre el Mediterráneo y el río Jordán”, afirmó Kerry pomposamente, como si los israelíes no fuesen conscientes de este hecho cuestionable, que los cambios demográficos se están alterando.
Sí, hay una gran cantidad de árabes viviendo en esos territorios. Pero no son ciudadanos israelíes. Son ciudadanos de la Autoridad Palestina. No hay ninguna amenaza a la mayoría democrática de Israel, porque no son ciudadanos, no votan en Israel – del mismo modo que no votan en los Estados Unidos o cualquier otro país. La “amenaza demográfica” es un mito.
Kerry ha demostrado en varias ocasiones tanto un conocimiento deficiente de los hechos y la preocupante voluntad para acosar, amenazar y presionar a Israel.
En febrero de 2014, advirtió que si Israel no hacía más concesiones a los palestinos, se enfrentaría a “una creciente campaña de deslegitimación” – una campaña que impulsó con su comentario, ya que sin duda sabía que lo haría. En abril de 2004, dijo que Israel se convertiría en “un Estado de apartheid” si no admitía rápidamente a un Estado palestino.
En octubre pasado, Kerry declaró en la Universidad de Harvard que “ha habido un aumento masivo de los asentamientos en los últimos años”. Una total de mentira, ya que Israel no ha autorizado el establecimiento de un único y nuevo “asentamiento” en Judea-Samaria ya que el primer ministro Itzjak Rabin congeló la creación de nuevas comunidades allí en 1992. Lo que es peor, lanzó la mítica afirmación de que la construcción de asentamientos es la causa de “frustración palestina que a su vez desata la violencia palestina” – proporcionando así una justificación para los árabes palestinos para apuñalar, disparar, lanzar bombas y arrollar con sus autos a los israelíes.
Kerry se reunió con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en Amman el pasado 21 de febrero. En pleno apogeo de la llamada Intifada de los Cuchillos, los palestinos estaban apuñalando a diario a las mujeres y a los niños israelíes, mientras la AP alentaba con incitación antijudía incesante en la prensa oficial, la radio y la televisión.
Podría haber sido el momento que definió la carrera de Kerry como secretario de Estado. Era su oportunidad de hablar con la verdad, para mostrar su fibra moral, para exhibir su fuerza de carácter y entereza. Era su oportunidad de decirle a Abbas, en términos muy claros, que debía detener la violencia de forma inmediata y por completo, que de lo contrario la AP perdería los $ 500 millones que recibe cada año de la administración Obama.
En lugar de ello, ¿Qué fue lo que le dijo Kerry a Abbas?, le pidió “calma y una disminución de la violencia, la incitación y la retórica inflamatoria”. Eso fue todo. “Un descenso”. No un fin a la violencia, sino solo una disminución. ¡mucho señor secretario!, ¡gracias!.
Kerry será recordado como un secretario de Estado que satisfizo a los terroristas y tiranos palestinos, mientras que sermoneaba y presionaba al aliado democrático de Estados Unidos. Adiós, John Kerry. No le vamos a echar de menos.
(El Sr. Flatow, un abogado de Nueva Jersey, es el vicepresidente de Religious Zionists of America y el padre de Alisa Flatow, que fue asesinada por terroristas palestinos en 1995.)