Bombarderos chinos cargados de misiles sobrevolaron recientemente una zona fronteriza disputada con la India, tras la ruptura de las conversaciones bilaterales entre los mandos militares regionales indios y chinos.
La casi simultaneidad del fracaso de las negociaciones militares y el amenazante sobrevuelo de los bombarderos de la Fuerza Aérea del Ejército de Liberación Popular subraya la voluntad de China de castigar a la India por haberse resistido a las reivindicaciones territoriales y a la agresión de Pekín en la región.
La postura agresiva de China también puede estar motivada, en parte, por el hecho de que el secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, haya puesto a prueba el esfuerzo de Estados Unidos por desarrollar una cooperación estratégica entre los aliados estadounidenses del Pacífico con el fin de frenar las políticas expansionistas chinas. Lo más probable es que China también intente debilitar la decisión de los países no estadounidenses de la llamada Cuadrilateral -India, Australia y Japón- de confiar en las promesas estadounidenses de defenderlos.
A principios de mayo de 2020 se produjeron enfrentamientos militares entre China e India, que se prolongaron hasta mediados de junio, a lo largo de la frontera de la “Línea de Control Real” (LAC), cerca de la región india de Ladakh oriental, que linda con el territorio chino de la Región Autónoma del Tíbet (Xizang). Tras estos enfrentamientos, China e India pusieron en marcha un sistema de negociación a tres niveles entre oficiales de campo, oficiales de nivel de coronel y oficiales generales de ambas partes. Este aparato bilateral de desconflicción, denominado Mecanismo de Trabajo para la Consulta y la Coordinación (WMCC) entre los Comandantes de Cuerpo chinos e indios, se derrumbó en medio de la acritud durante la 13ª reunión del WMCC en Nueva Delhi.
Durante el período de pausa entre las reuniones del WMCC, la Fuerza Aérea de China, en una clara advertencia a la India, envió bombarderos H-6K a la frontera en disputa. Posteriormente, el 18 de noviembre, los ministerios de Asuntos Exteriores de China e India acordaron celebrar una 14ª sesión de la CMCP en un futuro próximo, en un aparente esfuerzo por restaurar la estabilidad fronteriza. Durante los meses que siguieron a los mortíferos enfrentamientos de 2020, durante las sesiones de la WMCC, ambas partes retiraron el armamento pesado desplegado en las zonas de desconexión de los lagos glaciares de Gorga y Pangong Tso (Pandong). Pero en la zona de Hot Springs de Ladakh, amargamente disputada, las concentraciones de tropas bilaterales siguen siendo peligrosamente enfrentadas y próximas.
A pesar de estas conversaciones militares bilaterales entre oficiales chinos e indios, las tensiones a lo largo de la LAC siguen siendo elevadas. Mientras se reanudan las conversaciones de trabajo, tanto China como India han reforzado sus medios aéreos y terrestres. China tiene aviones de combate avanzados en tres bases aéreas a poca distancia de las posiciones militares indias. En Ladakh, India ha desplegado helicópteros de ataque Apache y aviones de combate MiG-29 y SU-30. India también ha desplegado armas de defensa aérea cerca de la LAC y, según se informa, tiene previsto adquirir el sistema de misiles tierra-aire S-400 más avanzado de Rusia.
Los últimos movimientos políticos tanto de China como de India también indican que las tensiones fronterizas entre los dos rivales con armas nucleares continuarán. Los diplomáticos indios han denunciado enérgicamente una reciente ley de fronteras terrestres aprobada por la asamblea legislativa nacional china, la Asamblea Popular Nacional, que obliga a los dirigentes chinos a no negociar nunca un centímetro del territorio chino declarado. La legislación se refiere a la soberanía y la integridad territorial de China como “sagradas e inviolables”. China también ha subrayado su inflexibilidad construyendo viviendas civiles ampliadas a lo largo de la Línea de Control Real, desafiando así las contrademandas indias de que estos futuros hábitats se están construyendo en territorio arrebatado por China.
Es probable que China vuelva a iniciar escaramuzas armadas a lo largo de las regiones fronterizas en disputa para poner a prueba la voluntad de la Administración Biden de defender a los aliados de Estados Unidos.
Sin duda, China tendrá en cuenta las respuestas de Estados Unidos a sus ataques a los países aliados de la región Indo-Pacífica en su cálculo de toma de decisiones sobre la mejor manera de apoderarse de Taiwán.