Irán ha pasado las dos últimas décadas intentando llevar sus fuerzas a las fronteras de Israel. Este deseo se manifestó en el creciente apoyo a Hamás, Hezbolá y también al Hashd al-Shaabi en Irak. Ahora Irán está preocupado por lo que considera una nueva amenaza; a Teherán le preocupa el papel de Israel en el Golfo y también las relaciones entre Israel y Azerbaiyán.
Israel y Azerbaiyán son socios estratégicos y el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, visitó recientemente Bakú. Al mismo tiempo, las empresas de defensa israelíes participaron en el reciente Salón Internacional del Aire de Bahréin y el comandante de la Fuerza Aérea israelí, el general Eyal Grinboim, visitó Bahréin la semana pasada.
En este contexto, Irán está cada vez más preocupado por las conexiones de Israel con Bahréin y Azerbaiyán. Es importante para Teherán porque invierte el papel habitual de Irán en la región, expandiendo su influencia y atacando a otros países utilizando apoderados. Ahora es Irán quien se enfrenta a las protestas en su país y le preocupa que los países más cercanos a él.
Merece la pena entender este acontecimiento en términos del proceso general de tráfico de influencias y de armas de Irán en la región durante las dos últimas décadas.
Con Hezbolá, la conexión iraní se remonta a muchas décadas atrás, pero fue a raíz de la retirada de Israel en el año 2000 cuando Irán y Hezbolá comenzaron a planificar el aumento de las tensiones con Israel.
Hezbolá tuvo la oportunidad de dejar las armas y trabajar dentro del sistema libanés. En cambio, Hezbolá amplió su arsenal de cohetes y misiles con el apoyo de Irán y comenzó a amenazar a Israel, lo que condujo a la guerra de 2006. Tras la guerra, Hezbolá almacenó otros 100.000 misiles, que trasladó a través de Siria durante la guerra civil siria.
Irán amplió su papel en Siria durante la guerra civil, concretamente cerca de Albukamal, Deir Ezzor y otras zonas después de 2017. El objetivo de Irán era poder crear otro frente contra Israel en Siria, utilizando la zona de los Altos del Golán para aumentar las tensiones.
Irán trasladó misiles balísticos a Irak en 2018 y 2019, buscando amenazar a Israel a través de Irak, y también trasladó drones a Irak y Siria.
Israel ha llevado a cabo una campaña entre las guerras para frustrar las amenazas de Irán en Siria. Irán tampoco se ha quedado tranquilo en el Golfo, moviendo armas a Yemen y amenazando con embarcarse en el Golfo de Omán, incluso buscando expandir su influencia al Mar Rojo.
La presencia de Israel en el Cáucaso y en el Golfo
Ahora Irán está preocupado por el papel de Israel en el Cáucaso y en el Golfo. Un informe publicado el domingo por el diario iraní Fars News incluye una larga crítica a la reciente postura de Azerbaiyán. El informe dice que Irán no tolerará ninguna presencia israelí en Azerbaiyán cerca de la frontera.
“La República Islámica de Irán no tolerará la presencia y las actividades del régimen sionista contra su seguridad nacional y tomará las medidas necesarias al respecto”.
Teherán insta ahora a Bakú a no permitir que ningún país extranjero influya en su política. Se trata de una respuesta a los estrechos vínculos de Azerbaiyán con Turquía e Israel.
“Azerbaiyán lleva años patrocinando movimientos pro-israelíes e incluso la presencia directa del sionismo en la región. Este país ha olvidado que en las graves e históricas crisis de esta región, fue Irán quien apoyó la integridad territorial de este país y no permitió que potencias extrarregionales perturbaran el orden estratégico de esta región”, dice el informe.
Al mismo tiempo, el noticiero iraní Tasnim informó el domingo sobre Bahréin, citando a activistas de la oposición y tratando de destacar también la “normalización con los sionistas” en Bahréin. La tendencia general de estos dos artículos es la de advertir tanto a Bahréin como a Azerbaiyán.
La respuesta de Irán a la presencia mejorada de Israel en Azerbaiyán y Bahréin
Probablemente no sea una coincidencia que Irán también esté hablando de nuevas armas, como los misiles “hipersónicos”, en un intento de infundir miedo en la región. Irán dice que sus nuevos misiles pronto podrán evadir los sistemas de defensa aérea, sabiendo que Israel posee algunos de los sistemas de defensa aérea más avanzados de la región.
Irán también sabe que ha intentado amenazar a Israel en el pasado con municiones guiadas de precisión o MGP. Por lo tanto, el contexto aquí es que Irán busca enviar un mensaje a Azerbaiyán y Bahréin, a los que ve ahora como estados de primera línea, que limitan con Irán por mar y tierra en dos flancos; el mensaje es que Irán también puede amenazar la región.
Durante décadas, Irán trató de acercar a sus apoderados a Israel. Ayudó a Hamás y Hezbolá a ampliar el alcance de sus misiles. Trasladó drones a Yemen, Irak y Siria y también utilizó drones de Irán para amenazar a Israel. Irán también trasladó misiles a Irak y dio poder a las milicias para crear un corredor de influencia iraní a través de Irak y Siria hasta el Líbano.
Irán ve la región como un tablero de ajedrez y ahora arremete con su retórica porque cree que Israel ha sido capaz de realizar con éxito algunos contramovimientos. Desde la perspectiva de Teherán, las visitas de alto nivel de Israel a Bahréin y Azerbaiyán representan cambios importantes en la región.
Irán sabía que Bahréin y Azerbaiyán tenían cálidos lazos con Israel, pero los últimos meses han traído más retórica de Irán contra Bakú, Manama y también apuntando a Riad. Este es el contexto de la retórica de Teherán.