La semana pasada, el acuerdo mediado por China entre Arabia Saudita e Irán generó titulares en todo el mundo. Sin embargo, en Israel, el suceso fue tratado de manera diferente. Israel considera que está a salvo y que el acuerdo no afecta a sus relaciones con Irán.
Acuerdos políticos
A pesar de que Irán quiere destruir a Israel, Israel ve los acuerdos políticos a través de la lente de la cuestión de Irán y sus intereses.
Arabia Saudita e Israel han estado vinculados por rumores durante años. La normalización estaba en el aire bajo la administración de Donald Trump, pero lamentablemente la iniciativa se detuvo.
En la actualidad, tras la guerra entre Arabia Saudita e Irán, cuando la República Islámica es un enemigo común, ha habido conversaciones extraoficiales de hacer públicas las relaciones secretas.
El acuerdo saudí-iraní desató la preocupación en Israel de que Irán pudiera reforzar y avanzar en su programa nuclear, que ya está cobrando impulso. Sin embargo, los observadores consideran que este acuerdo no afectará la relación de Israel con Irán.
China, que quiere mejorar su estatus internacional, parece estar detrás de este acuerdo entre Arabia Saudita e Irán. La normalización de las relaciones entre Arabia Saudita e Israel, según los informes, seguirá siendo un asunto privado.
La rivalidad de Arabia Saudita e Irán se remonta al corazón de la animadversión suní-chií, y al igual que fracasaron los anteriores intentos de los países por normalizar las relaciones, se espera que este intento fracase o al menos no perjudique los intereses de Israel.
La influencia de China en Oriente Medio
China parece estar interesada en mejorar sus relaciones con Arabia Saudita y en aumentar su influencia en Oriente Medio.
En resumen, aunque el acuerdo saudí-iraní mediado por China fue noticia en todo el mundo, en Israel se considera que no afecta a su relación con Irán. La normalización de las relaciones entre Arabia Saudita e Israel sigue siendo un asunto privado.
Los expertos consideran que este acuerdo no afectará negativamente los intereses de Israel y que la rivalidad histórica entre Arabia Saudita e Irán probablemente continuará.