El camino del presidente Isaac Herzog fue allanado por las generaciones que le precedieron. El padre de Herzog siguió los pasos de su abuelo. Cuando su padre, el rabino Yitzhak Halevi Hertzog, se enteró de la resolución de la ONU que determinaba que Jerusalén no formaba parte del Estado de Israel, sino que era una ciudad internacional en 1949, Herzog, ya entrado en años, se vistió y salió de su casa en la calle Ibn Ezra de Jerusalén.
Siendo entonces un jovencito, le vi subir las escaleras de la Gran Sinagoga de Jerusalén en presencia de cientos de fieles que se habían reunido allí y procedió a romper una copia de la resolución de la ONU. Esta fue su respuesta en un momento en el que veía que estaban arrebatando al Estado judío la capital de Israel, la ciudad eterna.
Años más tarde, el hijo del rabino, Chaim Herzog, se dirigió a la Asamblea General de la ONU con la mano agarrando una copia de la Resolución 3379 que determinaba que “el sionismo es racismo” y la hizo pedazos.
El hijo seguía los pasos de su padre, el rabino. El mundo entero vio esta imagen de un representante israelí rompiendo una resolución de la ONU, una resolución de la que el organismo mundial llegaría a arrepentirse y rectificar años después. Estos son los cimientos sobre los que se crió Herzog, que recibió el nombre de su abuelo, uno de los mayores rabinos de Israel durante generaciones, el primer rabino jefe del país.
El abuelo del presidente Isaac Herzog, que fue testigo de la creación del Estado y pudo dar las primeras órdenes a las FDI sobre el cumplimiento de las mitzvot, compuso una oración por el bienestar del Estado y rezó por sus ministros, una oración que seguimos necesitando hasta hoy.
Sobre estas oraciones se levantó el nuevo presidente de Israel, un antiguo abogado con un rico historial de actividad pública en la Knesset y en el gobierno, y que fue jefe de la Agencia Judía.
Hablo en nombre del pueblo de Israel, que le aclama y le desea hoy un gran éxito. Ojalá tengamos la suerte de que Israel conozca la paz y la prosperidad en su mandato y en las generaciones venideras.