En el año 1968, Arabia Saudí bloqueó el nombramiento del diplomático judío Sir Horace Phillips, lo que generó una situación sin precedentes en las relaciones diplomáticas entre el Reino Unido y el país árabe.
Sin embargo, décadas después, el gobierno británico ha decidido rectificar este error y rendir un homenaje póstumo a Phillips, reconociendo su importante contribución como embajador británico en otros destinos.
Sir Horace Phillips: El candidato ideal para ser embajador en Arabia Saudí

Sir Horace Phillips era considerado el candidato ideal para ser embajador británico en Arabia Saudí en 1968. Su amplio conocimiento de Oriente Medio, su dominio del árabe y su experiencia en la región respaldaban esta elección lógica.
El Ministerio de Asuntos Exteriores británico había considerado cuidadosamente su perfil y lo había seleccionado para ocupar este importante cargo.
El bloqueo de Arabia Saudí debido a la religión de Phillips

Sin embargo, surgió un problema que cambiaría el curso de los acontecimientos. Se descubrió que Sir Horace Phillips era judío, lo cual no fue bien recibido por el rey Faisal de Arabia Saudí.
El periódico Jewish Chronicle publicó la noticia con entusiasmo, lo que llevó a que Riad tomara la decisión sin precedentes de retirar su aprobación al nombramiento de Phillips como embajador británico.
Rectificando el error: El homenaje póstumo a Sir Horace Phillips
El mes pasado, el gobierno británico decidió rectificar este error histórico al dedicar una sala en honor a Sir Horace Phillips en la sede central del Ministerio de Asuntos Exteriores, de la Commonwealth y de Desarrollo (FCDO) en Londres.
Esta sala representa el reconocimiento oficial del Reino Unido a la destacada carrera diplomática de Phillips y su valiosa contribución al servicio exterior británico.
El legado de Sir Horace Phillips
A pesar del desaire sufrido en Arabia Saudí, el bloqueo a Sir Horace Phillips apenas afectó su carrera.
Después de servir en diversos países como Irán, Afganistán, Yemen, Bahréin e incluso Arabia Saudí, Phillips alcanzó el puesto de principal diplomático británico en Indonesia, Tanzania y Turquía.

Su experiencia y habilidades diplomáticas le permitieron superar los obstáculos y seguir ascendiendo en su carrera.
La reacción de la comunidad judía y expertos en política exterior
La decisión del gobierno británico de rendir homenaje a Sir Horace Phillips ha sido bien recibida por la comunidad judía.
Tom Gross, periodista británico, comentó: “El Ministerio de Asuntos Exteriores británico ha tenido un historial muy irregular en lo que respecta a los judíos e Israel, y ha habido varios casos de antisemitismo declarado.
Por lo tanto, es muy apreciable que el Ministerio de Asuntos Exteriores rinda homenaje a Horace Phillips, especialmente reconociendo que fue erróneo e hiriente que los saudíes rechazaran su nombramiento como embajador británico en Riad en 1968 por ser judío”.
La inauguración de la “Sala Phillips” y su contenido
En la ceremonia de inauguración de la “Sala Phillips”, estuvieron presentes Sir Philip Barton, jefe de la FCDO y del servicio diplomático británico, así como la hija de Phillips, Maureen, y miembros de la Sociedad Horace, una red de personal judío de la FCDO.
La sala exhibe una nueva exposición de obras de arte de la Colección de Arte del Gobierno, que reflejan la herencia judía de Phillips, su origen socioeconómico y su carrera diplomática, centrándose en sus destinos en Arabia Saudí, Indonesia y Turquía.
Los primeros pasos de Phillips y sus desafíos para ingresar al servicio exterior
Sir Horace Phillips nació en 1917 y desde su adolescencia soñaba con ingresar al servicio exterior. Sin embargo, sus primeros intentos fueron rechazados debido a su falta de educación universitaria y a los limitados recursos económicos de su familia.
Después del fallecimiento de su padre y con su madre a cargo de siete hijos, Phillips tuvo que trabajar para ayudar a su familia.
Finalmente, logró obtener un puesto en la administración de Hacienda y, posteriormente, sirvió en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial.
La destacada carrera de Sir Horace Phillips
Después de la guerra, Phillips finalmente logró cumplir su sueño de unirse al servicio exterior británico. Su primer destino fue Shiraz, Irán, en 1947.
A lo largo de su carrera, Phillips fue enviado a varios países de Oriente Medio, incluyendo Afganistán, Bahréin, Arabia Saudí e Indonesia.
A pesar del bloqueo en Arabia Saudí, Phillips continuó ascendiendo en el servicio diplomático británico y enfrentó diversos desafíos y crisis internacionales en su camino.
La identidad judía de Sir Horace Phillips
A lo largo de su carrera, Sir Horace Phillips mantuvo su identidad judía y practicante.
Aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores británico pudo haber sido criticado por no conocer su judaísmo en el momento de su nombramiento en Arabia Saudí, Phillips siempre fue fiel a sus creencias y miembro de la Sinagoga Garnethill en Glasgow.
Su determinación y valentía para preservar su identidad religiosa son admirables y forman parte de su legado.
El retiro y legado de Sir Horace Phillips
Después de una destacada carrera diplomática, Sir Horace Phillips elogió al Ministerio de Asuntos Exteriores por su apoyo constante. Se retiró a los 60 años después de su misión en Turquía y falleció hace casi dos décadas.
Sin embargo, su legado y su contribución a la diplomacia británica ahora son reconocidos en la Sala Phillips, donde se exhibe una exposición en su honor.