En su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, abordó las amenazas gemelas de Irán y el coronavirus, en consonancia con su búsqueda de una relación con la comunidad internacional menos conflictiva que la de su predecesor.
Bennett lanzó su discurso el lunes por la mañana con un llamamiento a ver a Israel no como un país eternamente atrincherado en la guerra, sino como un miembro que contribuye a la comunidad internacional.
Israel, dijo Bennett al principio, “es un faro de democracia, diverso por diseño, innovador por naturaleza y deseoso de contribuir al mundo”.
“Durante demasiado tiempo, Israel se definió por las guerras con nuestros vecinos”, dijo Bennett. “Pero esto no es lo que es Israel. Esto no es lo que es el pueblo de Israel”.
Desde su toma de posesión en junio, tras unas reñidas elecciones en marzo, Bennett ha tratado de distinguir su gobierno del dirigido durante 12 años por Benjamin Netanyahu, cuyo principal objetivo en política exterior era la confrontación y contención de Irán, a costa de las buenas relaciones con varios países, y con los demócratas en Estados Unidos.
Hasta ahora, Bennett se ha propuesto restablecer esas relaciones. Hablando en inglés con la misma fluidez que Netanyahu, dedicó la primera mitad de su discurso a trabajar con la comunidad internacional para combatir la pandemia del coronavirus.
Fue un fuerte contraste con los discursos de Netanyahu ante el mismo organismo, que fueron casi exclusivamente advertencias de fuego y azufre sobre los peligros que plantea Irán, a menudo acompañadas de ayudas visuales.
Bennett situó la lucha contra la enfermedad en el contexto de la polarización política, que ha alimentado las dudas sobre las vacunas.
“En un mundo polarizado, en el que los algoritmos alimentan nuestra ira, las personas de derecha y de izquierda operan en dos realidades separadas, cada una en su propia burbuja de medios sociales, escuchan solo las voces que confirman lo que ya creen”, dijo.
No se abstuvo de advertir sobre los peligros que, en su opinión, representa Irán, especialmente con su nuevo gobierno de línea dura. Describió los peligros en los mismos términos que ha utilizado para oponerse a los planes de la administración Biden de volver a entrar en el acuerdo nuclear con Irán, una perspectiva que comparte con Netanyahu.
“El gran objetivo de Irán está clarísimo para cualquiera que se preocupe de abrir los ojos: Irán busca dominar la región – y busca hacerlo bajo un paraguas nuclear”, dijo.
Otra coincidencia entre Bennett y Netanyahu en cuanto a los discursos en la ONU: prestar poca o ninguna atención al conflicto israelí-palestino. El gobierno de Biden, que ha dejado clara su preferencia por Bennett en lugar de Netanyahu, quiere avanzar en las conversaciones entre israelíes y palestinos, pero Bennett ha dicho que eso es poco probable ahora que lidera una coalición a caballo entre la izquierda y la derecha de Israel, y que está más centrada en cuestiones internas.