No importa cómo o cuándo terminen los combates actuales, la organización de la Yihad Islámica, respaldada por Irán, ha recuperado su posición como la segunda organización terrorista más grande y poderosa de la Franja de Gaza.
¿No está claro que la Yihad Islámica es una enorme amenaza tanto para Israel como para Hamás? También se ha convertido en un grave problema para la Autoridad Palestina, especialmente en el norte.
La Yihad Islámica se ha opuesto públicamente a Hamás en la Franja de Gaza durante los últimos años, operando como una entidad autónoma. Los dirigentes de Hamás en el enclave costero llevan mucho tiempo mostrando una falta de tolerancia hacia otras facciones.
Además, varios otros grupos armados se han unido a la Yihad Islámica en el lanzamiento de cohetes hacia Israel durante las últimas 24 horas, lo que es mucho más preocupante para Hamás que la Yihad Islámica por sí sola. Estos grupos forman parte de las organizaciones afiliadas a Fatah, el DFLP, el PFLP, el PRC, la Brigada Nasser Salah a-Din y los Comités de Resistencia Popular (CRP).
Los combates de esta semana en Gaza han demostrado que Hamás no tiene un control total sobre las decisiones militares con Israel. Esto demuestra que la Yihad Islámica puede operar como fuerza militar independiente de Hamás y sin necesidad de coordinación o autorización.
El brazo armado de la Yihad Islámica afirmó el sábado que los grupos terroristas estaban unidos para resistir la “agresión” israelí en la Franja de Gaza.
Hamás, por su parte, aún no se ha unido a la Yihad Islámica y a sus socios en la actual ola de combates, según el comunicado.
Hasta el sábado por la tarde no se apreciaba ninguna señal del deseo de Hamás de unirse a la lucha. Las declaraciones de los dirigentes de Hamás sobre la Yihad Islámica y otros grupos terroristas fueron poco más que palabrería.
A todos los efectos, lo ocurrido en la Franja de Gaza fue responsabilidad exclusiva del Estado israelí, como afirmó el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en una breve declaración. También hizo hincapié en la necesidad de cesar los bombardeos en la Franja de Gaza, que Haniyeh calificó de “cuestión más importante”.
Asimismo, Fawzi Barhoum, portavoz de Hamás, hizo una declaración en la que no reveló ningún plan para unirse a los combates. Una declaración de Barhoum afirmaba que “la resistencia está unida en esta lucha, defenderá a nuestro pueblo en la Franja de Gaza y derrotará a la ocupación como la ha derrotado en todas las batallas”, dijo.
Está claro que Hamás no quiere que la Yihad Islámica le arrastre a otro conflicto total con Israel en este momento. El temor a un levantamiento palestino en la Franja de Gaza es la preocupación más acuciante de Hamás, dado que los palestinos de la Franja pagaron un precio tremendo durante el conflicto del año pasado con Israel.
Un nuevo alto el fuego entre Hamás, Israel y la Yihad Islámica es ahora la principal esperanza de Hamás. En medio de los combates, a Hamás parece preocuparle que, si las cosas empeoran y aumenta el número de víctimas palestinas, ya no podrá permanecer en la valla fronteriza de la Franja de Gaza.
Esta es la misma situación a la que se enfrentó Hamás en el pasado, cuando estableció un estado dentro de un estado bajo el control de la Autoridad Palestina en Gaza. El hecho de no haber frenado a Hamás en la década de los noventa acabó provocando que se hiciera con el poder de Gaza en 2007, tras el derrocamiento de la Autoridad Palestina.
La acción militar de Israel contra la Yihad Islámica sirve a los objetivos de Hamás al disminuir la organización que amenaza su control sobre la Franja de Gaza. La falta de voluntad de Hamás para ayudar a la Yihad Islámica también podría ser perjudicial, especialmente a la luz de las crecientes críticas a los líderes de la Franja de Gaza por su postura neutral.