Israel tiene un gran interés en que Erdogan permanezca en el poder, a pesar de ser un antiguo enemigo del Estado judío. La reciente victoria de Recep Tayyip Erdogan en las elecciones en Turquía ha sido un alivio para Jerusalén, ya que garantiza la continuidad de las cálidas relaciones bilaterales. Aunque la economía turca enfrenta dificultades y las políticas de Erdogan han generado críticas, la estabilidad política es crucial para mantener el enfoque cooperativo entre ambos países.
Las elecciones en Turquía fueron un desafío importante para Erdogan, pero su Alianza Popular conservó su mayoría parlamentaria y se espera que gane la segunda vuelta. A pesar de la difícil situación económica y los terremotos devastadores, Erdogan ha logrado mantener su liderazgo. Esto es significativo para Israel, ya que un cambio de liderazgo podría frustrar las relaciones bilaterales que se han ido fortaleciendo en los últimos años.
Aunque Erdogan no es un aliado de Israel y ha sido un adversario declarado, su permanencia en el poder garantiza la continuidad de las relaciones entre ambos países. Si Kilicdaroglu, el principal rival de Erdogan, ganara las elecciones, existe la preocupación de que su postura prooccidental pueda afectar negativamente las relaciones con Israel. La coalición de Kilicdaroglu cuenta con miembros que se oponen a mejorar los lazos con el mundo árabe y prefieren una alineación con Occidente.
Además, los partidos nacionalistas y kurdos también juegan un papel importante en estas elecciones. El apoyo de Sinan Ogan hacia Erdogan y la relación de Kilicdaroglu con el Partido Democrático de los Pueblos Kurdos pueden influir en el resultado final. Aunque Erdogan ha sido criticado por sus vínculos con organizaciones kurdas extremistas, Kilicdaroglu necesita el respaldo del Partido Democrático de los Pueblos Kurdos para ganar. Esto plantea interrogantes sobre la postura de Kilicdaroglu hacia Israel y su enfoque en la cooperación bilateral.
En caso de una victoria inesperada de Kilicdaroglu, Israel podría enfrentar desafíos en el fortalecimiento de las relaciones. La alianza de seis partidos liderada por Kilicdaroglu tiene miembros que se oponen a mejorar los lazos con los países árabes y prefieren un enfoque más occidental. Esto podría afectar la cooperación con Israel en cuestiones estratégicas y proyectos conjuntos.
A pesar de los desafíos, Israel ha elogiado la habilidad de Erdogan para navegar en la política internacional, a pesar de las críticas a sus políticas autoritarias y su historial presupuestario. El enfoque estratégico de Erdogan en la política exterior ha permitido mejoras en las relaciones con países árabes, incluido Israel. Sin embargo, esto no garantiza que los próximos cinco años de presidencia de Erdogan estén libres de problemas para Israel. La presencia de Hamás en Turquía y las diferencias sobre la cuestión palestina siguen siendo desafíos.
A pesar de las diferencias, la estabilidad económica y los intereses comerciales y turísticos son factores que impulsan la relación entre Israel y Turquía. Erdogan se preocupa por la economía y no está dispuesto a arriesgar el comercio y el turismo con Israel. La ayuda de emergencia de Israel durante las catástrofes recientes ha contribuido a la percepción favorable de Israel en Turquía. Estos aspectos económicos pueden ayudar a mantener una relación estable entre ambos países.
En conclusión, la supervivencia de Erdogan en el poder es de gran importancia para Israel. A pesar de las diferencias pasadas, Erdogan ha mostrado interés en mejorar las relaciones con Israel y abandonar la retórica hostil. Sin embargo, los desafíos futuros, como las posturas de los aliados de Erdogan y las diferencias sobre la cuestión palestina, pueden afectar las relaciones bilaterales. A pesar de ello, la estabilidad política y los intereses económicos proporcionan una base sólida para la cooperación entre Israel y Turquía.