Como parte de las negociaciones, Hamás exige restablecer el mecanismo de asistencia humanitaria bajo el marco de las Naciones Unidas. Paralelamente, el nuevo mecanismo de distribución –el Fondo Humanitario para Gaza (GHF)– enfrenta la oposición de la ONU y de organizaciones internacionales. La insistencia de Hamás y el respaldo de la ONU no sorprenden: ambos se beneficiaron del arreglo anterior.
Es importante saber que la asistencia humanitaria a la población palestina en Gaza, Judea y Samaria, y Jerusalén Este se brinda desde hace más de dos décadas, principalmente a través de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA). La financiación, en su mayoría proveniente de gobiernos europeos, se transfiere a agencias de la ONU y a organizaciones internacionales y locales que ejecutan supuestos proyectos “humanitarios” sobre el terreno.