Mediante un uso perfectamente ejecutado del despiste, las fuerzas aéreas y terrestres de las FDI destruyeron -en menos de una hora- la red subterránea de túneles de Hamás, conocida en Gaza como el “Subterráneo”. Las FDI emplearon una potencia de fuego inusualmente fuerte que incluyó bombardeos combinados y sincronizados de 160 aviones y de la artillería de las FDI.
Todavía no está claro cuántos terroristas murieron en el bombardeo del “Subterráneo”, pero además de eliminar a los operativos terroristas y atacar la infraestructura terrorista, la ofensiva es un gran golpe moral para el ala militar de Hamás y su líder: Muhammad Deif. El Subterráneo era efectivamente el trabajo de su vida, y en los años transcurridos desde la Operación Margen Protector en 2014, se han invertido en él más de 1.000 millones de dólares y una enorme cantidad de mano de obra. Todo ello ha sido en vano.
Hamás encabezó el proyecto del Subterráneo junto con la Jihad Islámica Palestina y otras facciones terroristas de Gaza. Se trata de una maraña de túneles excavados en las afueras del este de la ciudad de Gaza y en el norte de la Franja. La finalidad de la red era permitir a los terroristas de Hamás y la Jihad Islámica Palestina detener una incursión terrestre de las fuerzas de las FDI, así como permitir a esos operativos libertad de movimiento sin ser rastreados y apuntados desde el aire.
Pero la red de túneles no solo estaba destinada a ser utilizada para detener una operación terrestre y librar una guerra de guerrillas subterránea. Hamás excavó los túneles para poder secuestrar el mayor número posible de tropas vivas o muertas de las FDI, para utilizarlas como moneda de cambio más adelante. Es más, Hamás llegó a utilizar los túneles para penetrar en territorio israelí y atacar las bases de las FDI y las comunidades civiles del Negev occidental cerca de la valla fronteriza.
A pesar del incesante lanzamiento de cohetes sobre el sur de Israel y de la capacidad de Hamás para resistir los ataques de la FAI, podemos afirmar sin lugar a dudas que Hamás, la PIJ y otras organizaciones terroristas palestinas de Gaza han sufrido enormes golpes tanto en la superficie como en el subsuelo en esta última semana de combates. El líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, ha visto cómo su trabajo de los últimos años para resolver los problemas de los civiles a través de las conversaciones con Israel mediadas por Egipto se ha esfumado durante la operación “Guardián de los Muros”, además de ver cómo la red de túneles subterráneos de Hamás -la joya de su corona- ha sido destruida en menos de una hora.