Un asesinato en las sombras
En la noche del 19 de marzo, la tensión se apoderó de las calles de Qudsaya, Damasco. Ali Ramzi al-Aswad, alto miembro de las Brigadas Al-Quds, brazo armado del movimiento palestino Yihad Islámica, fue brutalmente asesinado. Asaltantes no identificados dispararon más de 30 veces con armas automáticas contra Al-Aswad mientras se dirigía de su casa a su coche.
Los medios de comunicación regionales, como el periódico libanés pro-Hezbolá y pro-Assad, Al-Akhbar, no tardaron en señalar a Israel como el responsable del asesinato.
La escalada de tensiones y la sombra de Hezbolá
El editorial del periódico Al-Akhbar, publicado el 20 de marzo, intentaba situar el asesinato de Al-Aswad en el contexto más amplio de la actual escalada de tensiones entre Israel y Hezbolá.
La violencia islamista en el norte de Judea y Samaria y los crecientes indicios de que el Hezbolá libanés, respaldado por Irán, busca capitalizar y ampliar el alcance de esta violencia, plantean preguntas sobre la seriedad de estos esfuerzos.
El reciente incidente de Megiddo, en el que un operativo entró en Israel desde Líbano equipado con armamento sofisticado, representa hasta ahora la prueba práctica más clara de este intento de vinculación.
Un Ramadán diferente y el papel de Irán
El editorial de Al-Akhbar, escrito por Ibrahim Amin, estrecho colaborador de los dirigentes de Hezbolá y del secretario general del movimiento, Hassan Nasrallah, sostiene que eventos recientes indican un nuevo nivel de coordinación entre las fuerzas de resistencia de la región.
Amin sitúa estos acontecimientos en el marco del mes de Ramadán y sugiere que la escalada en la violencia está relacionada con la situación interna de Israel, especialmente las tensiones procedentes de Irán y del frente norte.
La coordinación entre Hezbolá, Hamás y la Yihad Islámica
Recientes reuniones de altos cargos de Hezbolá, Hamás y la Yihad Islámica sugieren un deseo de proyectar una imagen de coordinación y unidad.
Las declaraciones de líderes como Nasralá, Marwan Issa y Saleh al Arouri siguen una línea similar.
La percepción de que la violencia de mayo de 2021 representó un nuevo paradigma en la lucha entre israelíes y palestinos es prevalente entre estos grupos.
Retórica y realidad: ¿cuánta sustancia hay en las palabras?
La cuestión clave es hasta qué punto quienes profesan públicamente estas opiniones, especialmente entre los responsables de la toma de decisiones en ese campo, están realmente convencidos de ellas.
La retórica puede desempeñar un papel compensatorio y reconfortante, desviando la atención de una praxis más prudente y pragmática.
El incidente de Megido: Una osada operación encubierta
En un ambiente cargado de tensión, las fuerzas que controlan el lado libanés de la frontera entre Israel y Líbano, es decir, Hezbolá y sus amos iraníes, tomaron la audaz decisión de iniciar o permitir una operación encubierta que involucraba tecnología militar sofisticada.
La exitosa implementación de dicha tecnología habría dado como resultado un ataque terrorista con numerosas víctimas.
Represalias y el juego del poder
Sin duda, un ataque de tal magnitud habría provocado una contundente respuesta por parte de Israel.
El hecho de que las fuerzas involucradas llevaran a cabo o autorizaran una operación tan arriesgada indica que la evaluación presentada en el editorial de Ibrahim al-Amin tras el asesinato de Ali Ramzi al-Aswad refleja efectivamente la opinión de personas clave en los niveles más de Hezbolá y entre las fuerzas iraníes que lo respaldan.
Esto debería ser motivo de preocupación para todos aquellos interesados en la seguridad de Israel y en el mantenimiento de su capacidad de disuasión.
Entre la retórica y la realidad
La verdadera pregunta es cuánto de la retórica de Hezbolá y los palestinos sobre Israel se traduce en acciones concretas.
Si bien es cierto que los discursos belicosos y las amenazas pueden ser meras tácticas de distracción, también es importante tener en cuenta las posibles implicaciones de la creciente violencia y tensión en la región.
El equilibrio de fuerzas y la escalada de conflictos
A medida que la situación en el norte de Judea y Samaria se intensifica y la violencia se propaga, es crucial evaluar cuánto de lo que se dice públicamente sobre la postura agresiva de Hezbolá y los palestinos es cierto, y cuánto es simplemente una estrategia para infundir miedo y confusión en el enemigo.
Sin embargo, no se puede negar que un incremento en la violencia y la adopción de tácticas más sofisticadas en sus ataques podría llevar a una escalada aún mayor del conflicto.
Es fundamental analizar tanto la retórica como las acciones de Hezbolá y los palestinos en relación con Israel. Aunque puede haber una gran cantidad de bravuconería en sus palabras, es igualmente valioso no subestimar su capacidad y voluntad para llevar a cabo acciones violentas y potencialmente devastadoras.
La clave para mantener la seguridad y la estabilidad en la región radica en comprender y abordar adecuadamente estos desafíos, tanto reales como percibidos.