La controversia sobre las posibles acciones de Rusia contra la Agencia Judía es preocupante. Esta semana informamos de que Rusia había ordenado a la Agencia Judía que cesara sus actividades dentro del país. La Agencia Judía ha dicho que la directiva no era explícitamente para cerrar completamente, sino solo para cerrar algunas operaciones. Sin embargo, la mera apariencia de que algo está mal viene en el contexto de la creciente presión sobre la comunidad judía en Rusia y la preocupación por cómo el conflicto en Ucrania puede llevar al miedo.
Según el informe exclusivo de Zvika Klein, de The Jerusalem Post, Rusia ha acusado a la agencia de recopilar ilegalmente información sobre ciudadanos rusos. Aunque puede haber una solución diplomática a esta controversia que requerirá la intervención del Primer Ministro Yair Lapid, el contexto general es preocupante porque los judíos que viven en Rusia, Ucrania u otros lugares necesitan poder sentirse seguros para no ser utilizados como peones en los conflictos.
Antisemitismo: la materia de la guerra
Históricamente, los judíos se han visto amenazados durante los conflictos y las emergencias nacionales, incluso los que no tienen nada que ver con ellos. Este ha sido el caso en Europa durante más de 1.000 años. Los judíos fueron a menudo señalados durante períodos como las Cruzadas, la peste bubónica y la Inquisición.
La guerra en Ucrania ha revelado ahora cómo los judíos pueden ser objetivo o utilizados por ambos bandos. Moscú ha intentado constantemente afirmar que Ucrania es un país “nazi”, abusando de la memoria del Holocausto como parte del conflicto moderno. En Ucrania, los judíos también se han encontrado en una situación compleja porque hay partidarios de la extrema derecha que mantienen opiniones antisemitas o minimizan el papel de algunos ucranianos en el Holocausto. Al mismo tiempo, Ucrania ha criticado a menudo a Israel durante el conflicto por no hacer lo suficiente.
Los judíos constituyen una pequeña minoría en Rusia, pero han ocupado un lugar destacado en la historia rusa. Los judíos sufrieron pogromos a principios del siglo XX. Sufrieron durante las purgas de Stalin, durante la Guerra Fría y como víctimas de los estereotipos tras la caída del Telón de Acero. Sin embargo, en cada coyuntura, los judíos también han prosperado y han desempeñado un papel importante en todas las esferas de la sociedad. La comunidad judía en Rusia ha crecido en las últimas décadas, tras la migración masiva de los años 90. La guerra actual ha provocado la preocupación por su futuro.
Durante el inicio del conflicto, hubo preocupación por la comunidad, y miles de rusos -los que pudieron- se marcharon. El Post ha informado sobre el miedo dentro de la comunidad, incluyendo el temor de no poder salir de Rusia si las cosas empeoran. Por eso es importante la Agencia Judía. Su función principal es facilitar la inmigración a Israel.
Israel tiene la responsabilidad de ayudar
Israel tiene diplomáticos competentes que pueden ayudar a aliviar la situación. Lapid ha trabajado para sortear las crisis en el último año y es posible que Israel trabaje con Moscú para que la situación no se deteriore. Sin embargo, el hecho de que haya estallado esta controversia ilustra lo delicadas y tenues que se han vuelto las relaciones.
“Debemos asegurarnos de que su ámbito de actuación se mantenga como ha sido a lo largo de los años”, ha dicho la ministra de Aliyah e Integración, Pnina Tamano-Shata. “He apelado al primer ministro para que trabaje con la administración de Moscú para resolver el problema, y quiero reforzar a la comunidad judía en Rusia, que debe estar preocupada en estos momentos por las consecuencias de la decisión. La Aliyah es un derecho básico para los judíos de Rusia, y nos aseguraremos de que se mantenga como tal”.
El Estado de Israel tiene la responsabilidad de estar atento a cualquier intento de politizar a la comunidad judía en Rusia en tiempos de crisis. Israel y Rusia tienen buenas relaciones y queremos que esas relaciones sigan siendo cálidas. Al mismo tiempo, el conflicto en Ucrania nunca debe ser utilizado como excusa por ninguna de las partes para presionar a la comunidad judía.
Si algunos judíos prefieren irse o quedarse, están en su derecho, e Israel debe estar siempre dispuesto a recibir a los que necesiten ayuda. Organizaciones como la Agencia Judía deben gozar de la libertad que necesitan y no convertirse en objeto de debates políticos extranjeros agudizados por los conflictos en el extranjero.