Tradicionalmente, el Santo Grial representó la gran clave, ampliamente anhelada, pero ilusoria, para una curación colectiva. En la actualidad, la creación de un Estado palestino se percibe como la gran clave, igualmente anhelada e ilusoria, para alcanzar la paz mundial.
En la mitología, la búsqueda del Grial resultó infructuosa, pero nunca cesó. Hoy, el mundo occidental persiste en su anhelo, mientras los líderes palestinos sabotean cualquier intento serio de establecer un Estado palestino. Los extremistas palestinos podrían estar ejecutando la estafa diplomática más antigua del mundo: logran que la comunidad internacional condene a Israel por oponerse a una solución de dos Estados, mientras la ideología palestina dominante aboga por una solución de un solo Estado, que excluye la existencia de un Estado judío-democrático, abarcando “desde el río hasta el mar”, es decir, del Jordán al Mediterráneo.