Antes de que Corea del Norte desarrollara su arsenal nuclear funcional, antes de que Irán hubiera alcanzado el umbral de capacidad, otra nación dominaba los temores de la comunidad internacional en materia nuclear: Pakistán.
En 1971, Pakistán sufrió una aplastante derrota en la Guerra de Liberación de Bangladesh; Pakistán perdió una enorme porción de su territorio, el Pakistán Oriental de 56.000 millas cuadradas -que hoy se conoce como Bangladesh-; y Pakistán perdió la mitad de su población. La guerra y la consiguiente pérdida de población y territorio inspiraron temores existenciales en el gobierno pakistaní y un cambio radical de política.
Antes de la pérdida de Pakistán Oriental, Pakistán no tenía ambiciones nucleares. En 1953, el ministro de Asuntos Exteriores pakistaní, Muhammad Zafarullah Khan, declaró: “Pakistán no tiene una política hacia las bombas atómicas”. En 1955, Pakistán y EE.UU. llegaron a un acuerdo para que el programa nuclear paquistaní tuviera fines pacíficos e industriales. Pakistán también participó en el programa Átomos para la Paz del presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower. En total, Pakistán se adhirió a una estricta política de no armas nucleares durante las décadas de 1950 y 1960. Pero ahora, tras haber perdido tanto territorio, Pakistán ajustó su política nuclear, decidiendo construir La Bomba.
En 1972, el primer ministro pakistaní Zulfikar Ali Bhutto convocó una reunión ahora famosa, la “reunión de Multan”, en la que se verbalizaron las ambiciones nucleares de Pakistán. Bhutto quería que los científicos atómicos de su nación construyeran un arma nuclear en un plazo de tres años. “Lo que Raziuddin Siddiqui, un pakistaní, aportó para Estados Unidos durante el Proyecto Manhattan, también podrían hacerlo los científicos de Pakistán, para su propio pueblo”, dijo Bhutto durante la reunión de Multan.
Pakistán se vio aún más incentivado a producir armas nucleares en 1974, cuando India, principal rival de Pakistán, probó el arma nuclear “Buda sonriente”. Aun así, el trabajo fue minucioso; Pakistán no sería capaz de crear uranio apto para armas hasta 1985. Los observadores sospechan que en 1986 Pakistán ya había producido suficiente material fisible para un arma nuclear y que en 1987 tenía la capacidad de realizar una explosión nuclear. Sin embargo, una prueba confirmada no ocurriría hasta otra década completa.
Según la Federación de Científicos Americanos (FAS): “El 28 de mayo de 1998 Pakistán anunció que había realizado con éxito cinco pruebas nucleares. La Comisión de Energía Atómica de Pakistán informó de que las cinco pruebas nucleares realizadas el 28 de mayo generaron una señal sísmica de 5,0 en la escala de Richter, con un rendimiento total de hasta 40 KT (TNT equivalente). El Dr. A.Q. Khan afirmó que un artefacto era de fisión potenciada y que los otros cuatro eran artefactos nucleares sub-kilotón”.
El anuncio, que confirmaba que tanto India como Pakistán eran potencias nucleares, puso al mundo en vilo. Cachemira, que tanto India como Pakistán reclamaban como propia, se convirtió de repente en una disputa territorial con ramificaciones mundiales. Dos días después, Pakistán probó otra arma. Según FAS: “El 30 de mayo de 1998, Pakistán probó una ojiva nuclear más con una potencia de 12 kilotones. Las pruebas se llevaron a cabo en Baluchistán, elevando a seis el número total de pruebas reivindicadas”.
En la actualidad, Pakistán es una de las nueve naciones que poseen armas nucleares. El programa nuclear pakistaní se basa principalmente en uranio altamente enriquecido (UME). Se calcula que a principios de la década de 1990, Pakistán contaba con 3.000 centrifugadoras capaces de producir uranio altamente enriquecido. Sin embargo, los paquistaníes se han diversificado. En la década de 1990, Pakistán -con ayuda de sus aliados chinos- comenzó a construir un reactor de investigación de 40 MWt (megavatios térmicos). El reactor entró en funcionamiento en 1998, permitiendo a Pakistán producir aproximadamente 8-10 kilotones (suficiente para una o dos armas nucleares) al año.
El Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC) sospecha que Pakistán ha ensamblado entre 24 y 48 armas nucleares basadas en uranio altamente enriquecido. Por su parte, la Fundación Carnegie para la Paz Internacional (CEIP) sospecha que Pakistán ha producido entre 585 y 800 kilogramos de uranio altamente enriquecido, cantidad suficiente para fabricar entre 30 y 55 armas más. Se calcula que las cabezas nucleares de Pakistán requieren entre 15 y 20 kilogramos de uranio altamente enriquecido. También es probable que Pakistán tenga entre 3 y 5 armas nucleares basadas en plutonio. Sin embargo, Pakistán afirma que sus armas nucleares no están ensambladas.
“Las autoridades pakistaníes afirman que sus armas nucleares no están ensambladas. Mantienen que los núcleos fisibles se almacenan separados de los paquetes de explosivos no nucleares, y que las cabezas nucleares se almacenan separadas del sistema de lanzamiento”, escribió FAS. “En un informe de 2001, el Departamento de Defensa sostiene que “las armas nucleares de Islamabad probablemente se almacenan en forma de componentes” y que “Pakistán probablemente podría ensamblar las armas con bastante rapidez”. Sin embargo, nadie ha podido determinar la validez de las garantías de Pakistán sobre la seguridad de sus armas nucleares”.
Pakistán no ha firmado ni el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT) ni el Tratado de No Proliferación (TNP). India tampoco ha firmado el CTBT ni el TNP. La mayoría de los observadores creen que el principal motivo de Pakistán para mantener un arsenal nuclear es contrarrestar el propio arsenal nuclear de India, lo que tiene sentido desde la perspectiva de Pakistán, aunque incomoda bastante al resto de la comunidad internacional. Sobre todo si se tiene en cuenta que Pakistán no respeta la doctrina de “no ser el primero en usar”.
Pakistán ha mantenido en secreto su programa nuclear, e incluso ha construido bases de lanzamiento secretas. En 2008, Estados Unidos admitió que no sabía dónde se encontraban todas las instalaciones nucleares de Pakistán y que podía haber subestimado su capacidad nuclear. “No hay que suponer que la capacidad nuclear pakistaní es inferior a la india”, declaró a la NBC el general estadounidense Anthony Zinni.