Con la única excepción de los palestinos, el derecho internacional no otorga el estatus de refugiado a generación tras generación de ningún grupo hasta el final de los tiempos. La decisión estadounidense de recortar fondos para UNRWA es, por lo tanto, una corrección de una realidad falsa que se estableció con el objetivo de perpetuar, en lugar de resolver, el problema de los refugiados palestinos.
La decisión de la administración de los Estados Unidos de recortar fondos para UNWRA es una decisión audaz que debería haberse tomado en el siglo pasado. El fenómeno de los refugiados palestinos no es único en la historia de la humanidad, pero su enfoque internacional, especialmente en su tratamiento por la ONU y sus instituciones, se desvía de cualquier medida universalmente aceptada.
Sin embargo, algunos expertos de seguridad israelíes advierten contra las consecuencias de esta decisión, que creen que puede socavar la estabilidad. Esta es una respuesta clásica de expertos que se aferran a una realidad familiar en lugar de dar los pasos necesarios que se aventuran hacia lo desconocido.
Esta respuesta refleja la ansiedad humana natural sobre una realidad cambiante. Considere a los trabajadores que informan a la gerencia que necesitan un aumento. La administración enfrenta un dilema. Para cubrir el costo de un aumento salarial, tendría que haber un aumento correspondiente en el precio de los productos, lo que podría conducir a los compradores hacia la competencia. Si no se realiza un aumento correspondiente en el precio de los productos, la producción dejará de ser rentable. De cualquier manera, la fábrica enfrentará dificultades y podría cerrar. En vista de estas preocupaciones, la administración podría negarse a aumentar los salarios de los trabajadores, advirtiendo: «Estás marchando hacia un abismo».
Esta es una dinámica clásica y racional que hace que las personas eviten dar un paso que, aunque sea deseable, podría tener consecuencias arriesgadas. Karl Marx presentó este comportamiento como una rendición a lo que él llamó «falsa conciencia». Los trabajadores continúan siendo explotados a través del argumento de que es mejor preservar la situación existente.
Un cambio en una realidad indeseable comienza, por lo tanto, cuando las personas están dispuestas a sacudirse su familiar comprensión de la realidad en anticipación de una nueva y potencialmente mejor. Tal osadía requiere la disposición a pagar el posible precio de interrumpir un sistema existente. Moisés enfrentó tal dificultad cuando fue al Faraón con la demanda, «Deja ir a mi pueblo». La respuesta inmediata del Faraón creó una situación aún más difícil para los israelitas, lo que llevó a Moisés a quejarse a Dios: «¿Por qué me enviaste al Faraón?»
Esta dinámica es familiar para todos los líderes que introducirían cambios. Los expertos siempre estarán disponibles para proporcionar razones convincentes de por qué se debe preservar el status quo, con todos sus problemas. Debido a que es familiar, está etiquetado como el mal menor.
Aquí radica la diferencia sustantiva entre el punto de vista de los expertos, como los oficiales de inteligencia que son responsables de advertir sobre lo que podría suceder si se altera un patrón familiar y estable, y el de los líderes. Mientras que un líder debe prestar mucha atención a las advertencias de los expertos, él o ella debe tener la audacia de actuar cuando sea necesario para cambiar las realidades que requieren corrección. Como dijo David Ben-Gurion, los expertos se especializan en lo que ya sucedió, no en lo que va a suceder.