Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania más de 17.900 millones de dólares en ayuda desde que Rusia lanzó su invasión no provocada el 24 de febrero. Armas como el HIMARS del ejército estadounidense, el FGM-148 Javelin y el obús LW155 de 155 mm han resultado cruciales para ayudar a las fuerzas ucranianas a rechazar al invasor.
Sin embargo, un rasgo distintivo de este conflicto es el amplio uso por ambas partes de pequeños sistemas aéreos no tripulados, más conocidos como drones. Estos sistemas recogen información, corrigen el fuego de artillería e incluso lanzan bombas. Las fuerzas ucranianas se adaptaron rápidamente a los pequeños drones, que utilizan contra las posiciones avanzadas del enemigo y los vehículos blindados estacionados. Mientras que el Kremlin ha empleado misiles y cohetes, a menudo lanzados desde cientos de kilómetros de distancia, Ucrania sigue confiando en pequeños equipos de drones que operan cerca de las líneas del frente.
El país está formando a cientos de operadores de drones cada mes, mientras que las campañas en las redes sociales han ayudado a dar a conocer los esfuerzos de financiación colectiva utilizados para comprar drones para las unidades militares.
Esfuerzos de reconocimiento
Gran parte de la atención de los medios de comunicación sobre el uso de drones por parte de Ucrania se ha centrado en los ataques contra tanques y oficiales de alto rango rusos. Sin embargo, la recopilación de información es igualmente crucial. Radio Free Europe ha informado esta semana de cómo pequeños equipos sobrevuelan regularmente posiciones rusas con drones equipados con cámaras. La información que recogen se descarga y se utiliza para identificar la ubicación de los vehículos y las bases aéreas rusas.
No es tan fácil como limitarse a ver las imágenes de vídeo. Ucrania debe aplicar las mismas técnicas que utiliza la comunidad de inteligencia de todo el mundo para cribar los datos en bruto. Afortunadamente para estos operadores, la inteligencia artificial puede identificar objetos, ayudando a detectar un tanque camuflado o una posición de avanzada oculta. A continuación, los datos se envían a la cadena de mando y se decide si se inicia un ataque de artillería o se envían drones armados.
Ataque a la Armada rusa
Ucrania prácticamente no tiene armada, pero durante el fin de semana las fuerzas ucranianas llevaron a cabo un ataque masivo con drones contra la Flota del Mar Negro de Rusia en la ciudad portuaria de Crimea, Sebastopol, dañando y posiblemente incluso inutilizando el buque insignia Almirante Makarov. La fragata de misiles guiados fue uno de los tres barcos rusos que fueron alcanzados durante el audaz ataque del sábado por la mañana, en el que se utilizó un enjambre de drones, algunos volando en el aire y otros rozando rápidamente el agua.
El vídeo del ataque se compartió en las redes sociales:
Es la primera vez que se informa del uso de drones marítimos de Ucrania. Los mensajes en las redes sociales afirman que los drones se parecen a pequeñas lanchas rápidas.
El Kremlin acusó a las tropas británicas de estar involucradas en el ataque. Más tarde, Moscú afirmó que los barcos atacados estaban implicados en el acuerdo negociado internacionalmente para permitir las exportaciones de grano desde los puertos ucranianos. El Ministerio de Defensa ruso también alegó que uno de los drones podría haber sido lanzado desde un barco civil que transportaba productos agrícolas desde los tres puertos ucranianos que formaban parte del acuerdo. Horas después, Moscú anunció que suspendía su participación en el acuerdo sobre el grano.
Ucrania no es la única que está aumentando el uso de drones. La semana pasada, Rusia lanzó un ataque kamikaze con drones contra Kiev. Al parecer, en él participaron unos 400 aviones no tripulados de tipo munición, aparentemente procedentes de Irán. No cabe duda de que los drones están desempeñando un papel importante en el conflicto, y podrían cambiar las reglas del juego en futuros conflictos.