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Portada » Opinión » ¿Qué pasa si Ucrania gana y Putin es destituido?   

¿Qué pasa si Ucrania gana y Putin es destituido?   

¿Y si Rusia acaba aceptando que la guerra está estancada o perdida y retira a Vladimir Putin del poder?

por Arí Hashomer
4 de noviembre de 2022
en Opinión
¿Qué pasa si Ucrania gana y Putin es destituido?

El presidente ruso Vladimir Putin asiste a la Cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), en Astana, Kazajistán, el 14 de octubre de 2022. (Ramil Sitdikov, Sputnik, Kremlin vía AP)

¿Y si la actual ofensiva ucraniana conduce a la victoria? ¿Y si Rusia acaba aceptando que la guerra está estancada o perdida y retira a Vladimir Putin del poder? Eso podría suponer una rara oportunidad para corregir las distorsionadas líneas fronterizas de Europa y dar paso a una paz de décadas entre Rusia y Occidente.

Para que eso ocurra, Occidente debe seguir presionando a Rusia con sanciones y resistir la tentación de ser demasiado complaciente. Moscú entiende que, en última instancia, tiene dos opciones: resucitar sus lazos con Europa o caer en brazos de China. Esto último sería una pesadilla estratégica, militar, cultural y religiosa. Lo primero requeriría importantes concesiones.

He aquí las cuestiones cruciales:

– La reconstrucción de Ucrania: El gobierno, las empresas y los oligarcas rusos deberían pagar una indemnización de cientos de miles de millones de dólares para restaurar los daños físicos de la invasión.

– Restricciones militares: Se debe prohibir a Rusia, mediante un tratado, el mantenimiento de buques militares o relacionados con el ejército, drones o aviones militares en el Mar Báltico, el Mar Negro o el Mar de Azov durante 50 años. Rusia también debería retirar todas sus unidades militares y paramilitares y sus armas en un radio de al menos 60 millas de sus fronteras occidentales, desde Finlandia en el norte hasta Georgia en el sur, incluida la frontera con Bielorrusia. Esta iniciativa sería análoga al desarme de la Renania alemana tras la Primera Guerra Mundial.

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Una vez que Rusia haya completado estas retiradas terrestres y que lleven unos años en marcha, la Organización del Tratado del Atlántico Norte debería iniciar una retirada similar de sus fuerzas lejos de la frontera rusa.

– Crímenes de guerra: Rusia debe enfrentarse a sanciones por sus atrocidades en tiempos de guerra. Se le debe exigir que entregue a los tribunales ucranianos a cualquier soldado o civil ruso nombrado en una acusación de crímenes de guerra y al oficial al mando de cualquier unidad militar rusa identificada con un crimen de guerra. Esto se aplica también a los mercenarios. Tienen derechos limitados según el derecho internacional y pueden ser procesados por sus acciones en el campo de batalla. Entregar a los mercenarios a Ucrania para que sean juzgados y castigados puede disuadirlos de prestar servicios mercenarios en futuros conflictos.

– Armas nucleares: Mediante un tratado con la OTAN, Rusia debería acordar la reducción inmediata de sus armas nucleares a un número y calidad no más significativos que los que posee Estados Unidos y aceptar las inspecciones de la OTAN para garantizar su cumplimiento. Moscú, mediante un tratado, debería retirar formalmente sus amenazas de emplear armas nucleares tácticas en Europa y comprometerse a no ser el primero en utilizar armas nucleares como su nueva y permanente política.

– Hackeo: Rusia debería comprometerse a poner fin al hackeo informática contra cualquier país de la OTAN y abolir todos los grupos públicos y privados de piratería informática antioccidental.

– Reeducación: Para asegurarse de que la población rusa comprende la gravedad de los crímenes de sus dirigentes y las razones de las penas asociadas a la restitución, el gobierno ruso debería exigir a los periódicos, revistas, blogs gubernamentales y de medios de comunicación, y a las emisoras de televisión y radio, durante dos años, que den a conocer, sin excusas, la gravedad de la agresión rusa y los crímenes de guerra de los últimos 75 años. Los libros de texto rusos y las lecturas relacionadas deberían incluir relatos precisos de la agresión y los crímenes de guerra rusos en las últimas décadas. Estas medidas son similares al reconocimiento que tuvo que hacer Alemania para expiar la culpa por su agresión en la Segunda Guerra Mundial.

– China: Aunque mantenga relaciones diplomáticas y comerciales equitativas con China, Rusia debe retirarse del Tratado de Amistad Chino-Ruso de 2001, que estableció estrechas relaciones militares, diplomáticas y económicas entre ambos países.

– Tierra: Durante décadas, Moscú ha robado territorio a sus vecinos. Rusia arrebató a Finlandia partes de la región de Carelia y Salla y todo Petsamo en 1940, a Japón las Islas Kuriles del Sur (Territorios del Norte) en 1945, a Moldavia Transnistria en 1992, a Georgia Abjasia y Osetia del Sur en 2008, y a Crimea y partes del este de Ucrania en 2014. Todos estos territorios deberían volver a sus legítimos propietarios. Kaliningrado, arrebatado a Alemania en 1945, pertenece geográficamente a Polonia. Y Rusia debería retirar sus fuerzas militares, policiales, civiles y diplomáticas de Bielorrusia y comprometerse a no interferir en las elecciones o en la política de esa nación.

¿Qué gana Rusia con hacer algunas o todas estas concesiones?

Una vez que se llegue a un acuerdo con las naciones de la OTAN, cada una de ellas aceptaría un tratado de paz y suavizaría las sanciones con cautela a lo largo de diez o más años. Esta relajación podría incluir un aumento gradual de los servicios aéreos entre Rusia y Occidente, un incremento moderado del número de diplomáticos rusos autorizados en Occidente, un aumento de la emigración legal rusa a Occidente, la expansión del comercio de bienes no estratégicos, la disminución de las restricciones financieras y la reanudación de los acuerdos sobre piezas y servicios de aviación con los fabricantes occidentales de aviones.

Vía: 19fortyfive
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