Según un informe publicado el 11 de junio en el Washington Post, Rusia se está preparando para suministrar a Irán un avanzado sistema de satélites que dará a Teherán una capacidad sin precedentes para rastrear posibles objetivos militares en todo Oriente Medio y más allá. El informe fue confirmado por funcionarios actuales y anteriores de EE.UU. y Oriente Medio que fueron informados de los detalles del acuerdo.
El plan entregaría a los iraníes un satélite Kanopus-V de fabricación rusa equipado con una cámara de alta resolución que mejoraría enormemente las capacidades de espionaje de Irán, permitiendo la vigilancia continua de instalaciones que van desde refinerías de petróleo del Golfo Pérsico y bases militares israelíes hasta cuarteles iraquíes que albergan tropas estadounidenses. El lanzamiento podría producirse dentro de unos meses, según las fuentes.
El negacionismo de Putin y la peligrosa adquisición de Irán
Preguntado por el informe del satélite en una entrevista con la NBC, Putin lo calificó de “basura” y negó la existencia de tal acuerdo. “Son solo noticias falsas”, dijo el presidente ruso. “En todo caso, no sé nada de este tipo de cosas”.
El Kanopus-V se comercializa para uso civil y estará equipado con una cámara con una resolución de 1,2 metros, que no es tan buena como la de los satélites militares occidentales e israelíes o rusos y chinos. Sin embargo, sigue siendo mucho mejor que la que ofrecen a Irán otros satélites comerciales en el mercado abierto. El satélite ruso mejorará la precisión de las imágenes y proporcionará a Irán la capacidad de controlar las prioridades de las mismas.
Según el Washington Post, los militares iraníes han estado muy involucrados en la adquisición. Los líderes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de élite de Irán han hecho múltiples viajes a Rusia desde 2018 para ayudar a negociar los términos del acuerdo, dijeron los funcionarios. Tan recientemente como esta primavera, los expertos rusos viajaron a Irán para ayudar a entrenar a los equipos de tierra que operarían el satélite desde una instalación recién construida cerca de la ciudad norteña de Karaj, informaron.
Irán tiene un plan propio para colocar un satélite de reconocimiento en el espacio. Tras varios fracasos destacados, Irán puso en órbita el año pasado con éxito un satélite militar autóctono, bautizado como Noor-1, pero la nave fue rápidamente ridiculizada por un alto funcionario del Pentágono como una “cámara web que da vueltas”. Parece que gran parte del esfuerzo iraní por lanzar satélites es en realidad una tapadera para su programa de misiles balísticos de largo alcance.
Si el informe es correcto, la resolución relativamente alta del satélite, los datos que recoge y el control iraní deberían preocupar mucho a Israel y a Estados Unidos:
Puede permitir a Irán adquirir información actualizada sobre objetivos israelíes, estadounidenses y de sus aliados en la región. Esto es especialmente peligroso porque Irán ha desarrollado en los últimos años muchas capacidades ofensivas, como misiles balísticos y de crucero y vehículos de asalto submarinos y aéreos guiados con precisión. Los datos satelitales podrían proporcionarles información precisa y en tiempo real, mejorando significativamente su precisión y letalidad.
Cabe señalar que hasta ahora, Irán ha confiado en las imágenes disponibles en el mercado, que son limitadas y a veces omiten datos militares sensibles.
Este satélite puede permitir a Irán compartir información valiosa con sus proxys en la región, como Hezbolá, las milicias iraquíes, los Hutíes en Yemen y las fuerzas bajo su control en Siria. Dado que Irán suministra a estos grupos municiones guiadas de precisión, el suministro de información precisa y casi en tiempo real mejorará también considerablemente las capacidades militares de los apoderados.
Además, el acuerdo puede acelerar los esfuerzos de Irán para desarrollar sus propios satélites de espionaje.
En vista de estas preocupaciones, es imperativo que Estados Unidos e Israel, junto con sus aliados árabes, transmitan un mensaje claro a Rusia de que este acuerdo no debe materializarse.